La Gaîté Lyrique: el milagro de la resurrección

1 de septiembre de 2011
1 de septiembre de 2011
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Habría que remontarse al año 1862 para situar el nacimiento de este edificio. Por aquellos tiempos, Jacques Offenbach se ocupaba de la programación que se llevaba a cabo en su interior. Los momentos dorados del teatro pasaron y la sede cultural quedó abandonada en la década de los 80. Sin embargo, incrédulos del mundo, la resurrección existe, aunque haya que trabajársela. Para que La Gaîté Lyrique haya renacido, han tenido que emplearse más de 7 años en reformarlo y convertirlo en lo que es: el mayor centro de arte digital de Francia.
El proyecto de rehabilitación ha sido dirigido por Manuelle Gautrand en torno a la idea de “una caja contenida en una caja”. Gautrand aisló diferentes espacios dentro de la estructura del viejo teatro convirtiendo el lugar en una sede multifuncional que apuesta por la versatilidad y la flexibilidad a través de divisiones móviles y superficies amplias.
La Gaîté Lyrique se ha concebido como un lugar para el uso ciudadano en el que el visitante no es un sujeto pasivo que se limita a pasear por los espacios expositivos. La biblioteca contiene un amplio catálogo de libros y revistas con una clara orientación innovadora y la ludoteca alberga una decena de puestos de acceso a Internet además de una colección de videoconsolas.

El ocio relacionado con lo digital se completa con la programación del auditorio, que establece su criterio de contratación fuera de convencionalismos y propuestas manidas.

Este texto fue publicado en la edición de julio de 2011 de Ling, la revista de a bordo de Vueling, que también edita Brands and Roses.

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