La guerra más corta de la historia, nudistas por sorpresa y la mujer que dejó sin internet a todo un país

Siete son los pecados capitales, siete los enanitos que vivían con Blancanieves en el bosque, siete los reinos de Poniente en Juego de tronos y siete las curiosidades que cada semana recuperamos de las interminables páginas de Wikipedia, a razón de una al día, para que las leáis en cómodos fascículos.

Si te gustó la historia del primer dólar que ganó Steven Spielberg y la loca maratón de 1904 te dejó anonadado, no puedes perderte la entrega de hoy, con un humorista experto en pedos del siglo XIX o el tren celebrity como protagonistas.

Cuando las zapaterías usaban rayos X en vez de calzadores

Era tan peligroso como suena, sí. De hecho, hay estudios que relacionan el uso de aparatos de radiografía por parte de los vendedores de calzado durante la primera mitad del siglo XX con ciertas enfermedades del pie. Concretamente, empleaban fluoroscopios (a veces llamados pedoscopios por asociación con la empresa que los vendía en Reino Unido) bastante grandes (de metro y pico) con tres aberturas en la parte superior: una para meter el pie y dos para que el comprador y su acompañante – o el empleado de la tienda – pudieran ver qué tal quedaba el zapato.

fluoroscopio

Nudistas por sorpresa

Es difícil que recuerdes una peli de 2006 llamada Confetti porque, más allá de la polémica, pasó bastante inadvertida. Por si te refresca la memoria, el film sigue los pasos de tres parejas que compiten por el premio a la «boda más original del año» que otorga una revista. Lo curioso es que dos tortolitos optan por la vía nudista, y a los actores que los interpretaron (Robert Webb y Olivia Colman) se les prometió que sus partes saldrían pixeladas. No sucedió. En el preestreno descubrieron estupefactos que todo estaba al aire, sin censura.

El Pedómano del Moulin Rouge

En francés, Le Pétomane. Era el alias del humorista Joseph Pujol, famoso por un espectacular control de los músculos abdominales que le permitía emitir flatulencias a voluntad. Algunos de sus números, como apagar velas a pedos o tocar el flautín con sus propios gases, se hicieron tan populares en la escena parisina que acabó actuando en el Moulin Rouge en 1892. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, cerró el grifo (de las risas) y se hizo panadero.

El tren por excelencia

Apodada «estrella de cine», la Sierra No. 3 «ha aparecido en más películas, documentales y producciones televisivas que ninguna otra locomotora», según un destacado experto en trenes del Smithsonian. De ahí que se haya convertido en la imagen arquetípica del transporte ferroviario en el siglo XIX y principios del XX para la cultura occidental. Si piensas en un tren de esa época, piensas en este. Su lista de cameos es interminable, pero seguramente la recordarás por dar impulso al mítico Delorean en Regreso al futuro III.

El hijo del padre de la ametralladora inventó el silenciador

De tal palo, ¿tal astilla? Bueno, a veces los hijos salen rebeldes, ¿no? Como el retoño del creador de la primera ametralladora automática portátil, que pasó a la historia por crear los primeros modelos exitosos de silenciador a principios del siglo XX. Ambos artilugios, por ende, se comercializaron bajo el mismo nombre: la estruendosa metralleta y el discreto silenciador Maxim.

Metralhadora_1884

La guerra más corta de la historia

Allá por 1986, tras el fallecimiento del sultán zanzibariano Hamad ibn Thuwaini, aliado de los británicos, y la llegada al poder mediante un golpe de estado de su primo Khalid ibn Barghash, que no era el candidato favorito de la potencia colonial, se desató una breve pero intensa guerra que duró la friolera de 38 minutos (aunque algunas fuentes aseguran que se alargó algo más, hasta 45). Fue el tiempo que los ingleses tardaron en tomar el palacio donde el dirigente local se había atrincherado. Nada más hacerse con el control, instauraron un nuevo gobierno títere.

AngloZanzibarWar

La mujer que dejó sin internet a todo un país

En algunos países de la región del Cáucaso, internet está cogido con pinzas. No literalmente, claro, pero sí en un sentido metafórico bastante preocupante. En 2011, una chatarrera septuagenaria de Georgia que buscaba cobre para vender perforó un cable con una pala y dejó a todo el país vecino, Armenia, sin acceso a la Red durante 12 horas. La cosa ha mejorado desde entonces, pero no lo suficiente. Los gobiernos de aquella zona no invierten lo que deberían para mejorar las redes de telecomunicaciones.

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Fotos: Wikimedia Commons

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