A las personas las mueven los objetivos, los deseos, los anhelos, esas marcas que colocamos en el camino que recorremos para poder dirigir el siguiente paso de nuestras vidas en la direcciรณn que creemos correcta. ยฟQuiรฉn diantres no ha soรฑado con pilotar un robot e invadir, digamos, Liechtenstein?
Kogoro Kurata se diferencia de usted y yo en dos pequeรฑos detalles. รl no se ha detenido hasta construir ese robot y no quiere invadir ningรบn paรญs pequeรฑo. Kurata comenzรณ con el proyecto hace dos aรฑos. Creรณ Suidobashi Heavy Industry y buscรณ un experto en sistemas de control de robots, un relaciones pรบblicas y un desarrollador web. De lo demรกs se ocupa รฉl, que define a la iniciativa como un proyecto artรญstico.
Kurata, que es escultor y trabaja principalmente con metal, tenรญa clara la motivaciรณn que le ha llevado a crear estas mรกquinas. ยซQuerรญa montar en un robot realmente grande y me preguntaba por quรฉ nadie lo fabricabaยป, cuenta.
A partir de ahรญ, sacรณ el dinero de donde pudo y se puso a soldar. ยซeste proyecto es una pieza de arte que tiene una historiaยป, dice. ยซSin embargo, estarรญa encantado de venderlo. Si conocรฉis a alguien a quien le gustase comprar esto o a una persona tremendamente rica, presentรกdmelo, por favorยป.
Los robots, a los que ha bautizado con el nombre de Kuratas, llevan integrado un sistema de control -llamado V-side- desarrollado por Wataru Yoshizaki. ยซEse sistema controla al artilugio mediante joysticks aunque se puede controlar remotamente con el Kinectยป, explica Kurata.
Los Kuratas en los que estรก trabajando el japonรฉs actualmente miden 4 metros de altura y pesan 4 toneladas y media. Estarรกn disponibles para el verano de este mismo aรฑo, segรบn sus creadores.