La moda femenina está asociada al cambio constante. La masculina, sin embargo, se percibe como algo estático, aburrido. Pero ¿es realmente así? A juzgar por el auge de creatividad sin precedentes y la vitalidad que está demostrando este sector, la respuesta es no. Y para demostrarlo, el museo Victoria & Albert de Londres presenta estos días la exposición Fashioning Masculinities: The Art of Menswear, que podrá visitarse desde el 19 de marzo hasta el 6 de noviembre de 2022.
Este primer homenaje al vestuario de los hombres «aborda la moda masculina con una sensibilidad contemporánea, derivada de la energía y la gran libertad con la que los diseñadores y artistas tratan el diseño de esta moda y, en un sentido más amplio, la apariencia», comenta Marta Franceschini, exhibition research assistant del museo.
La muestra, lejos de proponer una historia lineal o definitiva, se centra en la relación entre la moda y la masculinidad, en su evolución desde el Renacimiento hasta nuestros días, y recorre su historia temáticamente a través de obras de arte y objetos de moda para mostrar que la fluidez y la pluralidad son características intrínsecas de las diferentes manifestaciones de la masculinidad.
Así, sala a sala, modelo a modelo, la exposición explora cómo ha cambiado la expresión sartorial a lo largo de los siglos, demostrando que la moda masculina no es aburrida y que el hombre ha recuperado su libertad estética desprendiéndose de las rígidas normas del siglo XIX. Aquellos usos y preceptos fundamentaron la nueva sociedad que estaba surgiendo, que ponía de relieve la figura del nuevo burgués rico y hecho a sí mismo, a través de su forma de vestir.
El objetivo es demostrar que es en este terreno de la moda donde se están produciendo los cambios más interesantes. Y esto, entre otras cosas, demuestra que si hablamos de moda no estamos hablando solo de ropa, sino de un fenómeno social mucho más amplio, profundo e interesante.
UN DIÁLOGO ENTRE LAS GRANDES OBRAS DE ARTE Y LAS CREACIONES DE ALTA COSTURA
Fashioning Masculinities: The Art of Menswear es una exposición que entrelaza inspiraciones y sugerencias, traspasando las fronteras temporales.
La muestra ha sido creada en colaboración con Gucci y está dedicada a la ropa de hombre, a su interpretación a lo largo de los siglos, a su evolución y sus diversas declinaciones conceptuales, artísticas y sociales. Es un viaje a través del laberinto de la masculinidad, del hombre y de su apariencia. No se trata de una mera secuencia de prendas, sino de un diálogo abierto entre las grandes obras maestras del Renacimiento y las creaciones actuales, entre los ideales clásicos y las reinterpretaciones modernas de la masculinidad.
En ella se muestran vaciados en escayola (ideales masculinos envueltos en pliegues de tela que enseñan más de lo que ocultan, dejando bien poco a la imaginación) expuestos junto a interpretaciones modernas y contemporáneas del cuerpo (como los grabados y las fotografías de David Hockney, Lionel Wendt, Zanele Muholi e Isaac Julien, e incluso un anuncio de Calvin Klein).
Las esculturas clásicas, las pinturas renacentistas y las fotografías icónicas (desde la maestría de Sofonisba Anguissola, retratista de gran prestigio en la corte española del siglo XVI, hasta las reivindicaciones sartoriales de Marlene Dietrich y el transformismo de David Bowie) se mezclan con los looks de Gucci y Raf Simons, todo ello aderezado con prendas que han vestido personajes famosos como Harry Styles, Billy Porter o Sam Smith.
Un coro de voces diferentes –un centenar de obras de arte y unos cien looks– que pertenecen a distintas épocas, modas, estilos y que, a primera vista, chocan entre sí, pero que en realidad son necesarios para celebrar la diversidad que ofrece la expresión sartorial masculina al romper los moldes de lo binario en el vestir.
UNDRESSED, OVERDRESSED, REDRESSED: LOS MATICES DE LA RELACIÓN ENTRE MASCULINIDAD Y MODA
La exposición se abre con un traje deconstruido. Una instalación de la colección primavera-verano 2021 de Craig Green que hace referencia a la construcción y deconstrucción tanto del cuerpo masculino como de las convenciones sobre la masculinidad. Una introducción que nos sugiere lo que nos espera en las tres galerías temáticas: Undressed, Overdressed y Redressed.
Undressed está dedicada al cuerpo masculino y a la ropa interior. Usada en la antigua Grecia solo por atletas y bailarinas, ausente bajo las túnicas de los senadores romanos, que la asociaban a las costumbres bárbaras, la ropa interior encontró su lugar en la Edad Media, cuando se generalizó el uso de los calzones que asomaban de los pantalones de los hombres.
Esta sección explora los ideales clásicos de masculinidad en una atmósfera utópica y onírica, que muestra los cambiantes modelos de belleza masculina, perpetuados y negados a lo largo de los siglos, pasando por los ideales clásicos, como el Apolo Belvedere y el Hermes Farnesio, hasta llegar a las representaciones contemporáneas, como las obras de David Hockney, Zanele Muholi y Cassils, y ropa de Armani, Gaultier, Virgil Abloh, Samuel Ross para A-Cold-Wall* y Ludovic de Saint Sernin.
La segunda galería, Overdressed, lleva al visitante a un espacio suntuoso y envolvente en el que aparecen siluetas sobredimensionadas, colores vivos y tejidos opulentos. Aquí, los trajes de corte de seda harán compañía a los conjuntos diseñados por Alessandro Michele para Gucci, por Kim Jones para Fendi y por Edward Crutchley.
Recorriéndola, podrán apreciarse las interesantes contaminaciones culturales presentes en la obra de jóvenes diseñadores como Rahemur Rahman y Priya Ahluwalia. Los tonos rosa y escarlata cuentan con su propia sección, con óleos de Joshua Reynolds y Jean-Baptiste Perronneau, y las creaciones gender fluid de Harris Reed y Grace Wales Bonner, que pondrán de relieve la renovada popularidad de estos colores.
Al fin y al cabo, durante mucho tiempo el rosa se consideró un color especialmente indicado para los hombres –cómo olvidar el icónico traje rosa que llevaba Jay Gatsby, el protagonista de El Gran Gatsby, la novela más famosa de F. Scott Fitzgerald– hasta que en los albores del siglo XX una serie de acontecimientos –el más horrible de todos, sin duda, la persecución de los homosexuales durante el nazismo, que eran marcados con un triángulo rosa– llevaron a desterrar el rosa del armario masculino, y a convertirlo en un color para mujeres.
Por su parte Redressed se centra en el uniforme moderno por excelencia, el traje masculino, moderno y democrático. Símbolo de la elegancia clásica. Esta sección explora la construcción y deconstrucción de la prenda masculina tradicional, desde Beau Brummell a Tom Ford, Raf Simons, Hedi Slimane, Donatella Versace, Rick Owens y Jonathan Anderson, a través de una muestra que transmite la idea de un despertar urbano con creaciones e imágenes, como las de Robert Longo, que examinan la explosión creativa del siglo XX gracias a la producción en masa de trajes masculinos.
LOS RETOS: ELEGIR Y CLASIFICAR OBRAS Y OBJETOS
El proceso curatorial se ha desarrollado entre el examen de la rica colección del museo Victoria and Albert, la búsqueda de obras y objetos en las colecciones de instituciones y archivos internacionales, y el enfoque en el sistema de la moda masculina contemporánea (cuya vitalidad ha sido una de las razones que han impulsado al museo a centrarse precisamente en este tema), para ofrecer una narrativa clara y fascinante.