Guapas, inteligentes, valientes y queridas; sobre todo queridas. Durante décadas, las heroínas de la ciencia ficción han conquistado el corazón de los amantes del cómic, el cine y los videojuegos, en gran parte gracias a la personalidad y sensualidad que desprenden sus trazos. Dos factores, además, que han aprovechado las grandes compañías de la cultura popular para hacerse de oro.
Ahora sus aventuras sirven también de inspiración a toda una serie de ilustradores que han encontrado en Tormenta, Phoenix o Power Girl sus musas con carácter. No solo para plasmar en papel cómo lucen las heroínas en su mente, sino también para denunciar que una mujer es algo más que un traje de látex y unas curvas de infarto.
Es el caso de Women in Fantasy Illustration, un grupo de Facebook que reúne a numerosas ilustradoras profesionales de los géneros de ciencia ficción, fantasía y terror. El pasado mes de marzo, las artistas quisieron celebrar el Mes de la Historia de la Mujer cambiando el aspecto de heroínas y villanas tan conocidas como Emma Frost, Chun Li, Betty Boop o la Princesa Peach.
Las ilustradoras mostraron los nuevos diseños en Muddy Colors, una página de arte en la que suele escribir una de las promotoras del grupo, Lauren Panepinto. Según la artista, cada diseño muestra una perspectiva femenina que garantiza, al mismo tiempo, la personalidad de la heroína. «No hay una forma correcta de representar un personaje femenino», afirma. «No solo cubrirla más, porque algunos de los rediseños son más sexys que los originales».
Sirva como ejemplo el rediseño de Emma Frost, obra de la artista Vlada Monakhova. Si bien la mutante de X-Men ha echado a un lado su peculiar mono blanco para cubrirse con un traje militar del siglo XIX, de acuerdo con la ilustradora, este conjunto intenta transmitir la personalidad de la Reina Blanca: una mujer poderosa y segura de sí misma. Y con más tela, lo consigue.
«Quería mostrar eso en su traje: alguien al mando, alguien orgullosa de quien es y alguien que se preocupa por su estatus y apariencia. ¡Esa es Emma!», explica Monahkhova.
Menos preocupada por su atuendo parece estar Tormenta, otra de las mutantes de la serie de cómics de Marvel. En manos de la ilustradora estadounidense Alice Meichi, Tormenta ha abandonado su larga melena para lucir un cómodo corte de pelo, y su vestuario ha dejado de ceñirse a su figura. «Pensé que también era importante crear una versión de Tormenta que trajera de vuelta sus raíces de diosa del clima y retratarla de forma dura pero femenina».
Para la artista Kirbi Fargan, que la Princesa Peach sea rubia y lleve un vestido rosa no significa que detrás del personaje no pueda esconderse una mujer de armas tomar. En su diseño, Peach acompaña su característica prenda con un abrigo militar y unos pantalones cortos. Además, porta una bazuca, señal de que la princesa del Reino Champiñón puede defender su territorio igual o mejor que Super Mario.
«La Princesa Peach se basa en un estereotipo, así que elegí pintarla con una nueva luz, con una narrativa más compleja que animara a la conversación», explica Fargan. Sin duda, si lo que busca es dar que hablar, lo consigue.
Hacia un cambio de mentalidad
Las artistas no han sido las únicas en transformar la apariencia de heroínas y villanas. Desde hace no mucho, las grandes compañías del mundo del cómic también apuestan con cierta frecuencia por protagonistas cuya apariencia resulta más coherente con su personalidad. El año pasado, DC Comics concedió una nueva imagen a Batgirl y Marvel hizo lo propio con Ms. Marvel. Un cambio que las ilustradoras aplauden.
«Definitivamente, hay un clamor para actualizar las apariencias de los personajes en los cómics ahora mismo, y Batgirl es un buen ejemplo de ello», señala Meichi. La actualización va más allá del simple vestuario.
Numerosos ilustradores están intentado diseñar a los personajes en función de su personalidad y actividad. «Tormenta, alguien tan conectado con la naturaleza y sus elementos, ¿por qué querría llevar licra o látex si no puede respirar con ellos?», se pregunta Meichi.
Un vestuario más coherente que, sumado a la inteligencia de las heroínas y la simpatía que transmiten, logra atraer también al público femenino, tradicionalmente minoritario en el sector. Según explica Monakhova, los nuevos diseños de las heroínas suscitan el interés de las jóvenes, lo que se traduce en más ventas. «Con los editores importantes reconociendo a una parte de su mercado, vamos a ver mayor diversidad en los diseños y las historias».
«Creo que conforme ha ido creciendo el número de lectoras, ha ido cambiando la industria del cómic», concuerda Fagan. «Estoy deseando ver más variaciones y narrativas sofisticadas de los personajes femeninos». Parece que no tendrá que esperar demasiado.
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Las imágenes de este artículo han sido cedidas por Alice Meichi Li, Kirbi Fagan y Vlada Monakhova. La última pertenece a DC Comics