Admitámoslo: la cacareada fragmentación de audiencia en TV no ha servido por el momento para fomentar la creación de productos televisivos interesantes para telespectadores alternativos al target generalista-masivo-medio-mediocre-pequeñoburgués. Parece como si el talento para crear productos novedosos, imaginativos y disruptivos se hubiera refugiado en internet.
Tanto la TV pública como el conjunto de cadenas privadas que megaconcentra los ingresos publicitarios de este país (Tele5/Cuatro+Antena3+LaSexta), emplean sus power ratios para seguir alimentando con pocas sorpresas y nula frescura a una audiencia convertida en couch potatoes. La última jugada, canal Gran Hermano 24 horas desplazando a CNN+ (sobran comentarios).
Parece como si el talento para crear productos novedosos, imaginativos y disruptivos se hubiera refugiado en internet, donde proliferan proyectos de teleseries frescos y valientes para cualquier gusto, incluyendo incursiones en los géneros de terror (Cementerio de Historias), sword&sorcery (Crónicas Drakonianas) o humor descarnado (Malviviendo). Estas series se albergan en plataformas como Youtube, Vimeo, Flickr, se promocionan mediante de las redes sociales y se visionan a través del ordenador, el tablet y el móvil.
Aunque la lista es innumerable os ofrezco varios ejemplos que ilustran estilos y géneros muy diferentes:
Inquilinos es una genial sitcom al uso con personajes muy definidos interpretados por actores profesionales como Sabrina Praga (“Mi gemela es hija única»), Bárbara Santa-Cruz (“Pagafantas”) y Rodrigo Taramona (“Herederos”). Inés de León es su creadora, directora y actriz: “El proyecto surgió porque quería hacer algo que fuera creación mía (escribirlo y dirigirlo) y pensé que una serie en internet era un proyecto interesante. Tengo mucha suerte de tener amigos actores, que además se interesaron por el proyecto y no les importa darme su tiempo libre para grabar los capítulos. Los rodajes son muy familiares. No hay equipo, yo llevo la cámara e ilumino, y el sonido es un micrófono en un pie de micro…” A pesar de la falta de recursos, la factura del producto es impecable con planos y encuadres que revelan imaginación y oficio, demostrando que el talento puede dar sopas con hondas a muchas producciones televisivas de elevado presupuesto.
Deseo Descarnado es una parodia y melting pot de los culebrones latinoamericanos “desde el más profundo cariño y el respeto a un género épico”, nos dice su creador Marcos Canas. “Deseo Descarnado” transcurre en Las Miserias, un lugar indeterminado de Sudamérica, y cuenta la historia de dos familias (De Los Santos y De Los Ángeles) con oscuros secretos, misterios, pasión, deseo, amor y como no, venganza. Los títulos de los episodios son autodescriptivos: “Pasión de bi-Galanes”, “No me grites en la oreja, pedaso de pendeja” o “Rebelde buey, filete de güey”. Con una escenificación que enfatiza el bajo presupuesto, el foco se centra en la interpretación cuidadamente supersobreactuada y cuajada de clichés desternillantes de actores como Cesc Casanovas (“Polonia”) en la que cada uno esgrime un acento latinoamericano distinto (mexicano, venezolano, argentino…) y desgrana fascinantes diálogos que harían las delicias de Boris Izaguirre. Y por supuesto, se trata ya un fenómeno global: 30% de sus espectadores provienen de latinoamérica.
Y por último, un recuerdo a la primera teleserie de internet de este país (¡hace ya 11 años!): La Cuadrilla Espacial. Serie de ciencia ficción en la que en el año 3.000 una cuadrilla de toreros espaciales recorre en una nave en forma de montera (“La Esperanza de Triana”) una galaxia poblada de vulcanianos cañíes y marcianos de cuatro brazos expertos en futbolín, con asteroides ocupados por vallas de Toros de Osborne, , perseguida de cerca por la Benemérita Cósmica. Creada por Alejandro Martín y protagonizada por Antonio Caro (como el torero Curro “El Niño de la Galaxia”), Eva Marciel (la hija del dueño del bar “El Puyazo Atómico”) y con el ya fallecido mítico y polifacético Paul Naschy interpretando el papel de apoderado de la cuadrilla. Vaya por él que supo entender que con imaginación, el talento no tiene fronteras ni necesita presupuestos elevados.
(Nos ha sido imposible encontrar un vídeo de La cuadrilla espacial. Si lo encuentras, mándanos un link, por favor).
DESDE EL CORAZÓN DEL MIB