Antes de ser el fichaje estrella del Barça, Neymar fue el inminente crack del Real Madrid. Lo único que faltaba era una firmita de nada, pura menudencia. Y un par de años antes de convertirse en entrenador del equipo merengue, Mourinho era el entrenador ideal (“y guapo”, sic) para varios de los pesos pesados de la prensa catalana, mucho mejor (dónde iba a parar) que el novato elegido por Laporta para hacerse con las riendas del banquillo azulgrana: Guardiola. Revisar la hemeroteca de la prensa deportiva puede resultar tan hilarante…
Hace ya unos años que el periodista deportivo Miguel Gutiérrez se dio cuenta de ello. De hecho, el blog que puso en marcha con la idea de que se convirtiera en una especie de “cuaderno en el que volcar cualquier idea o frase” acabó derivando en el azote de los diarios y programas deportivos. “Los contenidos críticos sobre la prensa eran los de mayor aceptación y con los que yo más disfrutaba escribiendo”. Aun así, Gutiérrez no se olvidó del porqué inicial de su blog y ha recuperado la idea original, la de cuaderno de ideas y frases, en una sección a la que ha llamado Al margen.
¿Por qué la Libreta de Van Gaal y no de Cruyff, o de Toshack, o de …?
No se trata de buscar una figura que adherir a un cuaderno. La libreta de Van Gaal alcanzó cierta fama cuando el entonces entrenador del FC Barcelona llegó a España a finales de los noventa. Dentro de las numerosísimas críticas que se le dirigían, estaba una especialmente gratuita: se le atizaba por llevar un cuaderno a los banquillos y tomar notas, como si fuera un instrumento de mera fanfarronería o, como se dice ahora, ‘postureo’. La gente se llevaba las manos a la cabeza: «¡Usa una libreta!».
¿Te ha granjeado muchos enemigos tus críticas a la prensa?
Menos de los que la gente se imagina. Hay muchos periodistas que me han felicitado en estos años, en público y en privado. Supongo que se debe a que en La Libreta aparecen los mandamases y rara vez los currantes. Sobre los enemigos, algunos se han expresado públicamente y otros lo hacen por la espalda, unos de forma más educada y otros de forma más mafiosa, como en cualquier otro orden.
Pese a ellas, ¿se puede decir que entre la prensa deportiva española impera, en general, la profesionalidad?
Claro que hay profesionalidad. De hecho, creo que en el periodismo hay muy pocos periodistas poco profesionales, pero muy ruidosos.
¿Qué opinas de los periodistas hooligans?
Creo que es un fenómeno más achacable a las empresas periodísticas que a los periodistas. Tampoco creo que la gente los demande, al menos no de forma activa, aunque es cierto que en estos tiempos en que los futbolistas apenas hablan en los medios es la forma que los aficionados tienen de identificarse con un discurso que lleve sus colores, por triste que parezca.
¿Hay corporativismo en el mundo del periodismo deportivo?
El periodismo es muy corporativista para algunas cosas, especialmente cuando entra en conflicto con otro gremio. Hace algo más de un año, Javier Clemente llamó sinvergüenza a un periodista de Onda Cero y el periodismo en bloque le saltó a la yugular. Cuando Mourinho sentó en un despacho a otro periodista de otra radio para recriminarle, pasó lo mismo. En cambio, al mismo Mourinho le han llegado a llamar «nazi» en un periódico y ahí no pasa nada. Luego, cuando hay que discutir por la paternidad de una primicia, que en muchos casos es una discusión por ver quién ha replicado unos segundos antes algo procedente de la misma fuente, ahí no hay corporativismo que valga.
¿Crees que la prensa deportiva es más propicia a la especulación y, por tanto, a los errores o te atreverías a realizar una Libreta con titulares similares en prensa generalista o en la económica?
Creo que la actualidad política y económica de España, así como el comportamiento de sus principales medios, darían para mucho. Pensar que la prensa deportiva es la única que incurre en estos pecados es muy ingenuo. Yo, eso sí, no me atrevo con eso de momento, me falta background y no me gusta escribir ni que se escriba de oídas.
¿Son estos meses de verano los más propicios para la rumorología periodística por eso de que no hay Liga pero hay que vender periódicos todos los días…?
Hay que venderlos todos los días, por supuesto. Y también horas de tele y radio, y visitas en webs. De hecho el verano siempre ha sido la mejor época del año para vender periódicos, por la ilusión que generan los fichajes.
De todas las meteduras de pata que has documentado, ¿con cuál te quedas?
Hace un año y medio, Marca celebró su número 25.000 cuando solo habían pasado 3.000 días desde el número 20.000. Aunque saqué el tema en el blog y en Onda Cero, y se habló bastante del asunto en redes sociales, adoptaron el silencio como estrategia de defensa y nadie se pronunció al respecto pese a la insistencia de muchos lectores. Creo que fueron inteligentes.
¿Qué porcentaje de ‘culpa’ (si es que la tiene) achacas a la prensa en lo referente al tema Mourinho (o, dicho de otro modo, Mourinho, ¿»es rebelde porque el mundo lo hizo así”?)
Mourinho, un personaje ciertamente criticable por motivos deportivos y extradeportivos, ha sido objeto de la mayor campaña de desprestigio que yo haya visto por parte de muchos medios de comunicación. Y es solo un entrenador de fútbol.
Con el libro Parecía un buen fichaje, ¿cambias el objetivo de tus críticas de los periodistas a los directivos de los clubs?
Los periodistas tampoco se libran. En el libro hay bastantes recortes de la época vendiendo las virtudes de jugadores a los que el periodista no había visto nunca jugar. Vitor era Garrincha, Rochemback era una mezcla de Schuster, Guardiola y Neeskens, Lucarelli era Vieri… Pero sí, los peor parados son los directivos.