Cómo LinkedIn se ha convertido en el nuevo Facebook (involuntariamente)

26 de diciembre de 2023
26 de diciembre de 2023
3 mins de lectura

Hace apenas unos años, la principal función de LinkedIn estaba clara para todos sus usuarios: servir como escaparate online de nuestro perfil profesional para contactar con headhunters, encontrar ofertas de trabajo o ampliar nuestra red de contactos del sector. Un lugar sobrio y orientado 100% a impulsar nuestra carrera laboral de un modo productivo.

Sin embargo, recientemente LinkedIn ha sufrido una incómoda transformación debido a ciertos cambios introducidos en el algoritmo y el tipo de contenidos que este prioriza. Se ha convertido, involuntariamente, en una suerte de ‘Facebook profesional’ que muchos usuarios no acaban de digerir.

Síntomas del efecto Facebook

Aunque la plataforma no tenía inicialmente este objetivo, lo cierto es que se ha desvirtuado mucho su propósito original. Algunos síntomas de este «efecto Facebook» son:

  • 🤳 Se multiplican los selfies, memes y contenido más personal y de ocio en el feed, desplazando posts corporativos.
  • 💬 Los comentarios entre profesionales adoptan un tono menos formal y más gamberro.
  • 🙊 Surgen polémicas sobre límites entre vida personal y profesional.
  • 😣 Influencers que publicitan productos constantemente.
  • 🤔 Perfiles anónimos que agregan indiscriminadamente.

¿Qué ha podido motivar este cambio disruptivo?

Entonces, ¿qué ha podido motivar que una seria red profesional acabe derivando en algo tan poco corporativo? Aunque las razones pueden ser varias, algunos de los factores determinantes podrían ser:

👩‍💻 Cambios en los hábitos social media de millennials y GenZ: los más jóvenes comparten sin tapujos en internet su día a día. LinkedIn no iba a ser menos.

📈 Obsesión por las métricas: visibilidad, seguidores y engagement lo son todo en redes sociales. Da igual de qué forma se consiga.

🤑 Modelo de negocio publicitario: mientras más datos personales e interacciones, más atrae LinkedIn a las marcas para segmentar nichos.

⚙️ Defectos del algoritmo: se detectan sesgos que priorizan cierto contenido frívolo sobre posts corporativos o científicos.

📱 Adicción al scroll infinito y las notificaciones: idéntico patrón comportamental al de otras redes sociales.

El auge de los influencers en esta red híbrida

Una de las consecuencias de esta involuntaria «facebookización» de LinkedIn es la proliferación de los influencers profesionales, auténticos protagonistas del feed:

🔹 Generan mucho engagement con 🤳selfies, anécdotas personales y temas polémicos.

🔹 Acumulan ejércitos de fans casi idolátricos que compran sus servicios.

🔹 Se convierten en la voz autorizada y se erigen como gurús en sus nichos.

🔹 Las marcas los contratan para promocionar sus productos entre los ejecutivos.

Por tanto, aunque de forma no buscada, LinkedIn se ha llenado de creadores de contenido cuya producción constante de posts acapara toda la atención.

Riesgos de esta pérdida de identidad

Más allá del éxito entre influencers, lo cierto es que a muchos usuarios tradicionales de LinkedIn no les hace gracia esta progresiva «facebookización»:

💢 Se difumina la frontera entre trabajo y ocio: no interesa sobreexponer intimidades.

💢 Surgen dudas sobre privacidad de los datos. ¿Para qué se utilizan?

💢 Da la sensación de que hay dos tipos de usuarios: los influencers estrella y el resto, cuyos posts se ignoran.

💢 Muchos temen que acabe siendo otra red de postureo, apariencias y vida idealizada.

💢 El contenido frívolo ahoga temas corporativos o de interés científico para ciertos sectores.

Es decir, la transformación a una suerte de «Facebook profesional» presenta sombras que convendría atajar.

¿Y ahora qué? Camino de ida y vuelta hacia la hibridación

En definitiva, por accidente, LinkedIn se ha convertido en una compleja red híbrida a caballo entre el networking y las relaciones sociales digitales más cándidas.

Probablemente sea imposible volver atrás y recuperar la «seriedad» que imperaba. Pero desde luego se avecinan cambios para intentar contentar a todos los perfiles de usuarios:

🔻 Más segmentación de contenidos por intereses profesionales.

🔻 Algoritmos que equilibren distintos tipos de publicaciones.

🔻 Más transparencia en el uso de datos personales por parte de la compañía.

🔻 Políticas de moderación de comentarios para filtrar excesos.

El gran desafío pasa por lograr un punto intermedio entre el postureo vacío y el contenido meramente corporativo, facilitando networking de calidad sin interferir en la vida privada de los usuarios.

¿Está LinkedIn preparado para satisfacer las nuevas demandas comunicativas sin perder su esencia original de red profesional? El futuro dirá si esta forzada «hibridación social» acaba funcionando.

1 Comment ¿Qué opinas?

  1. Lo de buscar trabajo a través de LinkedIn no era el objetivo inicial. El objetivo era mantener al día la red de contactos profesional en tiempo real. Obviamente como la mayor parte de los trabajos se obtienen por contactos profesionales se empezó a mover los avisos de trabajo. Luego ya llegaron los departamentos de RRHH y los reclutadores para que pasara a ser un sitio donde buscar trabajo. Esto favorecido por la inscripción de chavales recién salidos de la universidad o del ciclo de FP.
    La vertiente de red social siempre existió ,

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