Tú estás pensando sosegadamente qué vas a comer en este mediodía de viernes; o haciendo la maleta para irte este fin de semana al campo, que el tiempo se está poniendo bueno de verdad; o sacando los últimos 30 euros de tu cuenta para gastártelos en vino; o masturbándote.
Mientras, en la sede central de Telefónica, está cundiendo el pánico ante un ataque informático. Si pensabas que tu trabajo era estresante, ni te imaginas cómo está ahora mismo Chema Alonso, el hacker rock star de Telefónica.
Tú piensas que estas cosas no pasan hasta que, de repente, te atacan los chinos. Por cosas como estas, uno deja de ser un paranoico para convertirse en una persona extremadamente bien informada y constantemente en alerta. ¡Ah!, y los paranoicos viven más de cien años, como demuestra este estudio de la Universidad de Tabernas que nos hemos sacado de la manga.
La edad otorga experiencia, pero no por ello más conocimiento o, al menos, no tiene por qué proveer del conocimiento adecuado. En 80 años, uno puede llenar el cerebro de ideas provechosas o puede llenarlo de mierda. Esta reflexión de todo a cien no es otra cosa que una introducción de todo a un euro para que te hagas una pregunta: ¿De verdad son más jóvenes los políticos actuales? (¿y acaso sirve eso de algo?).
En esos terrenos comunes entre juventud y senectud anda la petanca, un deporte al que tradicionalmente jugaba tu tío Honorio, el de Honrubia, y que, de un tiempo a esta parte, lo peta entre la chavalada ávida de experiencias trepidantes.
Pues bien, un grupo de chalados amantes de las misiones imposibles ha decidido que, puestos a poner de moda un deporte, por qué no hacerlo con la pelota valenciana. No es que se hayan puesto a jugar como si no hubiera un mañana. Es que han creado una revista en papel dedicada a este noble deporte.
La revista se llama Ferida y viene a ser a la pelota lo que Panenka al fútbol, Cuore a poner a parir a la gente o Yorokobu a las cosas con dibujicos.
Nos vamos de fin de semana, que nos lo hemos ganado, para hacernos trizas a leer, tachar y subrayar, a bailar hasta el amanecer y a devorarnos una serie de TV o dos.
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Nos vamos con vídeo, para variar. En este caso una animación como muy platoniana. ¿Vivimos en una simulación?
El mundo es falso, solo percibimos fragmentos de la realidad¿Vivimos en una simulación?
Posted by Yorokobu on viernes, 12 de mayo de 2017
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