«Los muñecos de prueba de choques no oponen resistencia cuando están sentados en un coche que se dirige a toda velocidad hacia un muro. Con el cinturón de seguridad abrochado aceptan su destino de acabar completamente destrozados. Los ‘Dummymen’ son hombres estandarizados gobernados por un gran poder. Personas a quien no les importa la verdadera naturaleza de la sociedad en que vivimos. Cada uno ha perdido su ego y forma parte de una enorme entidad. Son solo objetos que se mueven en gigantescas cintas transportadoras en una enorme fábrica (la ciudad) construida para el consumismo. Este monstruo surge de su avaricia”.
El diseñador e ilustrador Beomyoung Sohn no es muy amigo de edulcorar la vida moderna. Aunque sus personajes sean ficticios son, según dice, un fiel reflejo de lo que ve a su alrededor.
Los Dummymen nacieron de algo tan mundano como unas cajas llenas de cosas que encontró Sohn en su casa. “En ellas se pueden ver caras similares a los gestos incómodos que expresan las personas modernas que sufren los efectos de su propia avaricia”, explica el coreano.
Para la próxima fase de este proyecto personal, Sohn quiere seguir desarrollando el personaje. “Quiero aplicar la filosofía budista a resolver sus problemas”, añade.