Si la obra de este artista tuviese un sonido, escucharíamos jazz. Si además tuviese movimiento, veríamos los títulos de crédito de alguna película elegante y misteriosa. Desde el corazón del medio oeste Americano a las empinadas calles de San Francisco, el trabajo de Brian Barneclo parece viajar en el tiempo además de por su país, reviviendo el estilo de artistas de otra época.
Barneclo, natural de Indianapolis, se mudó a California después de estudiar Bellas Artes e Historia del arte en Indiana. Su estilo tiene una mezcla entre folk y moderno, pero él prefiere no pensarlo demasiado, comenta.
Sus influencias van desde la modernidad que nació de los pinceles de Picasso a los pintores del renacimiento de Harlem en los años 20 y el expresionismo abstracto de la ciudad de Nueva York en torno a los 40. Pero a esa lista añade a contemporáneos como Tim Biskup, Espo, Barry McGee o Phil Frost. Y reconoce que en su trazo se ven las influencias de grandes de como Jim Flora, Saul Bass o Stuart Davis.
A Barneclo le gusta trabajar en todo tipo de formatos. Con los murales dice llegar a un mayor público y comenta que el ejercicio es también más grande. «En un mural se utiliza todo el cuerpo mientras que un formato pequeño solo se mueve la muñeca. Además el entorno es muy importante para que la pared tenga más o menos éxito y esto no pasa en formatos pequeños. Sin embargo, en los murales hay más cosas a tener en cuenta, más gente involucrada y puede resultar más pesado. Por eso luego apetece volver al estudio, a un trabajo más pequeño en el puedas tener tu propio ritmo y crear algo más personal».
Su proceso creativo es bastante abierto: comienza con una idea general, pero luego deja que la pintura cobre vida. A pesar de esto, cuando pinta murales comisionados, suele tener que bocetar para mostrar por dónde irá la obra.
Barneclo acaba de terminar un grupo de pinturas para las oficinas centrales de Google en California y tiene varias exposiciones a la vista en San Francisco. Además pretende montar unas instalaciones con algún componente digital y tiene varios encargos para decorar unas paredes
con sus entramados de otra época.