Tal y como está el patio, decir que España ha ganado el ‘Oscar’ de los plagios no extrañaría a nadie. Sin embargo, esta historia es al revés. Un diseño español ha sido plagiado de tal forma que el plagiador se ha hecho con el Grand Prix en los premios Plagiarius, certamen internacional que lucha por la defensa de las ideas y la propiedad intelectual de los diseños.
En realidad, el ganador, o lo que es lo mismo, el falsificador, ha sido el Estado de Qatar por haber producido e instalado en una de las principales avenidas de Doha casi un millar de falsificaciones de la farola ‘Latina’, creada por la arquitecta Beth Galí y comercializada por la empresa española Santa & Cole.
Un jurado internacional compuesto por una decena de profesionales del mundo del diseño, negocios, medios de comunicación y especialistas en propiedad intelectual consideró a Qatar merecedor del primer premio Plagiarius 2013 porque con la supuesta falsificación habría causado importantes daños morales a Galí, cuantiosos daños económicos a Santa & Cole y habría puesto en peligro la vida de los ciudadanos qataríes, “ya que la pésima calidad de las falsificaciones sería la causa de numerosos accidentes de tráfico por deslumbramiento o por desprendimiento de sus componentes”.
Ningún representante del Estado de Qatar asistió a recoger su premio en la ceremonia de entrega, que tuvo lugar a finales de febrero en Frankfurt, dentro de las actividades de la feria Ambiente, considerada la feria comercial de bienes de consumo más importante del mundo.
“Tras seis años de intentos por llegar a un acuerdo amistoso, y después de que el gobierno qatarí se negase al arbitraje de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), la comunidad internacional y la justicia prestan atención al que podría ser el mayor caso de piratería cometido por un estado soberano”, señala Nina Ordeig, responsable de comunicación de Santa & Cole.
Este reconocimiento internacional se suma a la reciente aceptación a trámite por parte del juzgado mercantil nº 2 de Barcelona de la demanda interpuesta en 2012 por Beth Galí contra el Estado de Qatar y la Autoridad de Obras Públicas ‘Ashghal’ por vulneración de derechos de autor.
Los anti-premios Plagiarius, instaurados en 1977, reconocen anualmente las falsificaciones y los plagios más notorios de ámbito internacional con el objetivo de denunciar el impacto negativo de esta práctica en la economía mundial, así como en las empresas y los profesionales creativos. Según Plagiarius, el 10% del comercio mundial son falsificaciones y plagios, las pérdidas económicas de esta práctica se sitúan entre 200 y 300 mil millones de euros y las pérdidas de puestos de trabajo rondan los 200.000. Por eso el Premio se materializa en una estatuilla de un gnomo pintado en negro y con la nariz dorada que representa las ganancias ilícitas de aquellos que vulneran la Propiedad
Intelectual.
Los ganadores de los Plagiarius 2013 han pasado ya a formar parte del Museo del plagio, con sede en la ciudad alemana de Solingen, donde se muestran los premiados en ediciones anteriores.
Otros Plagiarius
(Izquierda o arriba: original. Derecha o abajo: Falsificación)
2012 – Llantas ligeras
Original: AC Schnitzer automobile Technik (Alemania)
Falsificación: rimlux GmbH (Alemania)
2011 – Mesa de trabajo
Después de recibir el Plagiarius, ambas compañías llegaron a un acuerdo por lo que queda prohibido comentar el nombre de las mismas.
2010 – Bandeja de cubitos de hielo
Original: Tupperware Deutschland GmbH (Alemania)
Flasificación: Shanghai Yuhao Household Appliance Manufacturing Co. (China)
2009 – Secador de manos eléctrico
Original: Stiebel Eltron GmbH & Co (Alemania)
Falsificación: isimax GmbH (Alemania)
Fotos cedidas por Action Plagiarius
Los 'Oscar' del plagio y la falsificación
