Me pregunto si Terry Pratchett, Alan Moore y George R. R. Martin pertenecen a una hermandad de brujos que obliga a llevar barba larga, chaquetas de terciopelo y sombreros extravagantes. ¿Ocultan las barbas los secretos de la creatividad en vez de migas de pan? ¿Los sombreros impiden que las ideas se escapen? ¿Cómo consiguen que sus creaciones sean iconos de la cultura contemporánea?
He navegado buscando entrevistas y declaraciones de Pratchett, Moore y Martin, con la idea de descubrir qué escondían tras las barbas. El resultado: no hay secretos para ser creativos; el método es tan simple como reunir fragmentos, trabajar y tomar la resolución de dejar atrás el miedo a la crítica y a los propios pensamientos (algo que también nos recuerda John Cleese —inglés como Moore y Pratchett).
Además de las barbas y los sombreros y las chaquetas, la fantasía y la ciencia ficción, estos autores comparten la lengua, provienen de la clase trabajadora y no tienen gratos recuerdos de su paso por la escuela. Para más señas, Alan Moore fue expulsado de la escuela, mientras que R.R. Martin y Pratchett pasaron sin pena ni gloria (según ellos mismos). Para estos niños, los libros y los cómics se convirtieron en refugios en tiempos difíciles. De hecho, Terry Pratchett ha afirmado que la mayor parte de su educación se la debe a la Biblioteca Pública.
La relación con la tecnología de cada uno de estos autores difiere. Pratchett comenzó a escribir en Amstrad CPC 464 en cuanto el aparato estuvo en el mercado, y desde entonces se hace con el último modelo de portátil. R. R. Martin dice que escribe en computadora con MS-DOS desde sus comienzos, y no está dispuesto a dejarla. Por su parte, Alan Moore ni siquiera tiene teléfono móvil pero reconoce que la tecnología puede ayudar a los creadores, aunque aún no sabe cómo.
¿Y cómo miran Internet? Pratchett concibe Internet como una biblioteca, pero se opone a quienes consideran que Internet es la solución a los grandes problemas de la humanidad, y afirma que separa más que une. “Pedir una pizza por Internet es terriblemente triste”, dice el autor de Mundodisco.
Moore también considera que Internet es una apreciable fuente de documentación, pero alerta sobre la uniformidad de pensamiento, y que dicha información no sea digerida por los usuarios.
LA CREATIVIDAD SEGÚN PRATCHETT
Este genio británico dice que la inspiración le viene de coleccionar libros victorianos, libros de frases, de fábulas y libros que tergiversan hechos históricos.
“Y cuando juntas sufientes trozos y piezas, empiezas a hacer conexiones”.
Cuestionar la autoridad política y religiosa, y las noticias también se convierte en una fuente de inspiración para Pratchett que esconde una fuerte crítica a la sociedad en las aventuras de Mundodisco.
Sin embargo, el mejor consejo que da Pratchett es crear sin pensar en las recompensas monetarias. Y creemos que tiene razón: la saga de Mundodisco no se parece a nada que hayas leído antes ni después, y parece escrita con la mayor libertad del mundo, lejos de fórmulas.
LA CREATIVIDAD SEGÚN MOORE
En el vídeo The Mindscape Of Alan Moore, el autor de Watchmen habla de su infancia, de momentos decisivos de su vida, de su interés por el ocultismo (se declara a sí mismo mago) y de la creatividad.
The Mindscape of Alan Moore (1h. y 17 min. de duración; click para agrandar)
Alan Moore coincide con Pratchett en cuestionar la realidad y en la necesidad de trabajar sin pensar en el éxito económico.
Para Moore no hay creatividad “dentro del sistema”, porque fuerza al artista a la copia de éxitos del pasado, coartando la evolución creativa. Para Moore la verdadera creatividad (que asocia a la independencia política) se encuentra “En los pequeños movimiento de tecno-protesta, prensa al margen de las grandes cadenas y los cómics producidos por los propios creadores”. Él mismo ironiza sobre el negocio montado en torno a las máscaras de Guy Fawkes.
En cuanto a su método creativo, Moore dice seguir el precepto alquimista “solve et coagula”. Solve (disuelve) consiste en separar las cosas para ver cómo funcionan. Y coagula (une) es volver a unir las piezas para darles un nuevo significado. Moore considera que es tiempo para que le arte deje la deconstrucción y vuelva a reunir piezas.
Finalmente, Moore recomienda alejarse de las modas y las tendencias (desde luego que él, con su ropa, lo hace). Lo que ahora es una moda o tendencia, no lo será dentro de unos meses. Aboga porque el artista provoque los cambios sociales y remueva al público, en vez de ir detrás.
LA CREATIVIDAD SEGÚN R. R. MARTIN
Apenas hay textos en los que el creador de Juego de Tronos hable sobre su método creativo. R. R. Martin dice en uno de sus podcast seguir las reglas de Robert A. Heinlein, que podríamos aplicar a cualquier trabajo creativo:
1. No hables de lo que harás o quieras hacer. Pon el culo en la silla y trabaja.
2. Acaba lo empieces. Existe la tentación de comenzar otro trabajo cuando el anterior aún no ha acabado.
3. Pon las cosas en el mercado. Si una puerta se cierra llama a otra.
4. Reprime la reescritura. Si la novela no es aceptada no la reescribas para otro editor. Si terminas una historia, la pones en el mercado; si la devuelve algún editor, la metes en otro sobre y la envías a otro editor.
Suponemos que los sombreros, las chaquetas de terciopelo y los bastones llegan por añadidura.