Maite Canet no suele recordar los sueños al despertar. Tampoco es que le haga mucha falta, porque ya se encarga ella de compensar ese posible vacío onírico con su propio día a día: «Durante el día sueño despierta con colores y texturas, con formas que cambian continuamente».
La diseñadora y directora de arte concibe los sueños como deseos cumplidos: «Para mí son como un cúmulo de pequeñas partículas que se mezclan unas con otras, que se agrupan creando nuevas formas continuamente, como algo vivo que crece y se transforma». Canet ha capturado algunas de esas partículas para crear las letras de la palabra Yorokobu. Los hilos y las letras, dice, son sus cosas favoritas. De hecho, sueña con bordar todo el tiempo.
«Los sueños están hechos de todas las cosas que existen; de círculos o cuadrados, de lo que te gusta y te hace feliz». Cuenta con la suerte de disfrutar con lo que hace, de estar rodeada de aquello que le place y jugar con ello: «Me encanta el círculo, la línea, el punto y la onda, las cosas sencillas. Me gusta el naranja rojizo, el azul y el rosa, los colores vivos. Me gusta la mezcla de texturas. Me gusta experimentar con hilos y materiales para conseguir los relieves que imagino».
Para esta pieza ha usado técnicas y objetos nuevos para ella: «Pintura y abalorios de cristal me han servido para enriquecer el sueño que representa esta portada». Y como colofón, confiesa: «Yo soy un poco dispersa y el diseño de esta portada es un poco como yo».
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