A Manuela Carmena el tipo de movilidad que se deriva del incremento en el uso de bicis y patinetes le ilusiona. Pero no puede evitar echar algo de menos: «Todos estos vehículos van dirigidos a los jóvenes. ¿Qué pasa con los mayores? ¿O con los discapacitados? ¿O con las personas que llevan el carrito de un bebé?»
Movilidad para todos y sostenible. Por eso apuesta por un modelo «puerta a puerta», en el que prime el transporte colectivo, más social y accesible que el coche particular. Y también más sostenible en la mayoría de los casos. Fue su equipo de gobierno el que en 2018 puso en marcha Madrid Central, un área de prioridad residencial y bajas emisiones en el centro de la capital, con la que se restringía el tráfico a los vehículos más contaminantes. Dice Carmena que esta medida fue consecuencia de una de las grandes preocupaciones de la ciudadanía que tiene un apellido común: sostenibilidad.
Ahora Carmena ya no asiste a los plenos ni acude a inauguraciones. Pero sigue muy de cerca la actualidad política, preocupada por el estado de salud de la democracia. Una institución que se ha implementado «con tantísimo esfuerzo, que ha costado tanta sangre y que ha sido tan vilipendiada». y que ahora, por falta de cuidados, «está chuchurría».
Con ella hemos hablado de democracia, de valores, de feminismo, de tolerancia, de ciudades del futuro y del presente, de sostenibilidad y algunas otras cosas más. Porque con Manuela Carmena se puede hablar de todo. Algo que se agradece en un momento como el actual en el que, en determinadas esferas, el diálogo, la reflexión y el sentido común parecen en desuso.
