La red social Vine tiene 200 millones de usuarios activos cada mes, sus propias estrellas —algunas millonarias— y posibilidades creativas aún por explorar y explotar. Aunque seis segundos parezcan un lapso brevísimo, son suficientes para despertar una emoción como el asco, la sorpresa, la ira o la risa; suficientes para crear una pequeña pieza de arte.
El Festival de Cine de Tribeca, creado por Robert de Niro y su productora habitual, Jane Rosenthal, también ha puesto sus ojos en Vine. Tribeca ofrece desde su página oficial noticias sobre cineastas en Vine y organiza cada año una competición de vines en busca de nuevas estrellas. En 1991 Francis Ford Coppola dijo en el documental El corazón de las tinieblas (Heart of Darkness):
«Mi gran esperanza ahora es que con estas nuevas cámaras de video de 8 milímetros [las más pequeñas entonces], la gente que normalmente no haría una película estará en situación de hacerla. Y de repente un día, una niña gorda de Ohio será la nueva Mozart y hará una película preciosa con la pequeña grabadora de su padre, y por fin se destruirá para siempre el llamado profesionalismo del cine y se convertirá en una forma de arte».
Las palabras de Coppola son proféticas si cambiamos la cámara de 8 mm por un smartphone y la sala de cine por el portal de Vine. A la espera del Mozart de lo hiperbreve podemos disfrutar de los hijos de Méliès y Norman McLaren (el maestro de stop motion). Creadores que en los seis segundos encuentran un reto de la misma manera que era un reto escribir un soneto. Creadores que han llamado la atención de productoras de cine, música y televisión.
Khoa
Khoa crea escenas stop motion protagonizadas por muñecos de papel recortados y por sí mismo. En ocasiones, emplea una suerte de tres actos (un antes, un durante y un después).
Pinot
Pinot es una referencia en Vine. Otros creadores lo imitan o lo citan: «inspirado por Pinot». El mayor acierto de Pinot es un pollito a lápiz que intenta salirse del papel en cada vine. Cuando uno ve un intento de fuga tras otro, desea con ansia que el pollito cumpla su objetivo como Steve McQueen en La gran evasión. El drama y la esperanza en seis segundos.
Ian Padgham
Padgham no usa guion. Lo suyo es la experimentación con las formas, los volúmenes y los movimientos de cámara y los time lapse de nubes, de escenas cotidianas, de salidas y puestas de sol.
YellDesign
YellDesign utiliza figuras recortadas de papel en la mayoría de sus creaciones. Sus vines rara vez incluyen tanto movimiento como la que aparece bajo estas líneas, pero en cualquier caso su estilo es reconocible por el uso de colores fuertes.
Jethro Ames
Ames toma objetos cotidianos y los dota de vida: teléfonos móviles que juegan al baloncesto, herramientas que montan cosas por sí mismas, frutas que juegan a ser personas…
Meagan Cignoli
Cignoli crea animaciones con muñequitas de papel elegantes que recuerdan a mujeres Mad Men: en el jardín, de viaje, de paseo por el campo… También muestra en stop motion el proceso de creación de sus manualidades, como la que está bajo estas líneas.
Yves Das
Una clásica scooter amarilla es la protagonista de la mayoría de las creaciones de Das. La scooter no se para ante nada y ha pasado por distintas superficies y atravesado infinidad de objetos. Uno no sabe a dónde irá la scooter, pero no quiere que se detenga.
Tee Ken Ng
Ken Ng es el protagonista de la mayoría de sus vines: un hombre que en ocasiones se siente pequeño e intenta cambiar su mundo con un dedo, como si la realidad estuviera dentro de un teléfono móvil.
Zach King
Cada vine de King parece un truco de magia. King no se siente pequeño, sino omnipotente.
Estos creadores demuestran que Vine es más que chistes y fragmentos de vida ficticios y referencias cinematográficas. No hay formatos pequeños o menores, hay artistas menores.
Una sonrisa?