El despertar remoto se aleja hasta la última glaciación. Fue hace 40.000 años. Después aparecieron los neandertales, los cazadores recolectores, la cultura olmeca, la cultura zapoteca, los mayas, los aztecas, la independencia, la revolución… Y todo esto originó el México actual. Esta historia tiene muchas versiones. Una, detallada, en unos 400 siglos. Otra, comprimida, en tres novelas gráficas editadas por El Colegio de México, Turner y el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
La colección, llamada Nueva historia mínima de México, habla en tres tomos de El México antiguo, La revolución y La independencia. El que va más atrás en la historia, escrito por Pablo Escalante e ilustrado por José Luis Pescador, narra lo que hoy se conoce de los pueblos que habitaron las tierras desérticas del norte, el centro del actual estado de México, y la selva del sureste y el Petén guatemalteco.
El segundo tomo se centra en la independencia. El narrador, como en el primer libro, es un abuelo y, a la vez, viejo librero que relata a su nieto los hitos de la cultura de Mesoamérica. Aunque el anciano es solo el protagonista en la ficción. El texto, en realidad, se basa en los estudios e investigaciones de la académica Josefina Zoraida Vázquez, el guión es de Francisco de la Mora y Rodrigo Santos, y las ilustraciones son de Jorge Aviña. La Historia se sitúa en esta novela 200 años atrás. Fue entonces cuando llegó el movimiento independentista a México motivados por las revoluciones en Francia y América del Norte de finales del siglo XVIII.
“…Yo solo recuerdo que de chamaco se oían balazos y se veía gente asustada corriendo de un lado a otro. Luego también me acuerdo de lo que me contaban mis papás. Y mis maestros siempre dijeron que la revolución fue un proceso complicado que cambiaría por completo México”. Empieza así el libro dedicado al siglo XX, escrito por Javier Garciadiego y convertido en novela gráfica con el guión de De la Mora y Santos, y las ilustraciones de Pepeto. Los tratados de Córdoba, que reconocen la independencia y un “nuevo imperio mexicano”, cierran, en su última página, esta historia mínima de México.