Los artistas urbanos se enfrentan cada dรญa a la eterna batalla de reivindicar que lo que hacen es, en efecto, arte. Defienden esa idea ante los escรฉpticos que vinculan el arte a transacciones econรณmicas y selecciones rigurosas por parte de expertos, y que por tanto no pueden concebir una forma de arte que escape del control de la industria y que estรฉ al alcance de todos.
Pero cuando por fin el arte urbano es aceptado en una galerรญa o museo, cosa que ocurre cada vez mรกs a menudo, choca contra otra barrera: la pรฉrdida de un fragmento de su identidad. Gran parte del sentido de un grafiti u otras manifestaciones de arte urbano lo aporta su calidad de efรญmero y la localizaciรณn en la que se encuentra. La posibilidad de que dure solo unas horas por las inclemencias meteorolรณgicas o porque sea borrado. Y, sobre todo, su vinculaciรณn al espacio: no es solo lo que es, sino la historia de dรณnde estรก, de quiรฉnes llegan hasta ese rincรณn o ese muro medio derribado y por quรฉ.
Por lo tanto, si una galerรญa expone arte urbano pero no respeta su naturaleza callejera, en realidad estรก haciendo un craso favor al gรฉnero. Blek Le Rat, considerado por muchos el padre del arte urbano, tiene obras expuestas en espacios de prestigio como el Centro Pompidou de Parรญs, pero ยฟacaso la obra no pierde su intenciรณn principal desde el momento en el que se encuentra protegida en ese espacio con acceso limitado? En realidad, la inclusiรณn de estas obras en museos y galerรญas supone solo en parte una victoria para el arte urbano: tambiรฉn es una victoria para la industria tradicional, que consigue que su rama ยซrebeldeยป acepte sus normas y ยซse suba al carroยป.
El artista urbano Rosh333, natural de Elche, no duda en afirmar que le gustarรญa ver su obra en un museo. Pero aรฑade condiciones: debe ser de una forma que respete la razรณn de ser de sus piezas. Con esa idea en mente, ha realizado una intervenciรณn en la fachada del Museo Lรกzaro Galdiano de Madrid. Su mensaje es claro: el arte urbano puede exponerse en galerรญas y museos, pero de una forma que respete el ADN de este tipo de expresiรณn artรญstica.
Que el arte urbano no quiera cambiar la esencia de su ubicaciรณn y de su accesibilidad no elitista no significa que no pueda cambiar otras cosas, como la tรฉcnica. Al igual que otros artistas estรกn utilizando la tecnologรญa para crear instalaciones innovadoras, los artistas callejeros tambiรฉn pueden echar mano de ella para evolucionar. Asรญ lo ha hecho Rosh333, que ha usado Microsoft Surface Pro4, un hรญbrido entre tableta y portรกtil que permite trabajar desde cualquier lugar y que estรก recomendado especialmente para artistas grรกficos por la comodidad con la que se puede dibujar en su pantalla con su lรกpiz. Este ha sido el resultado:
https://www.youtube.com/watch?v=yVvdRjQN3Ak