Los familiares del joven fallecido en un accidente de moto no daban crédito a los toques que escuchaban en el interior de su ataúd.
«Hablándole al cajón le dije: «¿Estás bien, primo? Golpéame una vez si me escuchás». Y respondía al golpe. Nos empezamos a mirar entre nosotros porque no podíamos creer lo que sucedía», relató el primo de la víctima a Crónica.
Cuando le pidieron que diera cinco golpes si necesitaba ayuda y el «muerto» lo hizo, sus familiares decidieron acudir a la policía. Atónitos, ya en comisaría, vieron cómo la policía al principio sonreía ante el esperpéntico relato de los hechos. Acto seguido decidieron acudir a ver lo que sucedía en realidad, acompañados de bomberos y voluntarios.
Cuando llegaron y abrieron el ataúd no vieron más que un cuerpo en estado de descomposición. Entonces, ¿cuál fue el motivo de los golpes? Según forenses y funerarias consultadas, y en palabras de la jueza que examinó el caso, los ruidos provenían de los gases de putrefacción.
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