En las aceras mexicanas posan sombras góticas. Caen de los rótulos que anuncian tiendas de abarrotes, talleres mecánicos, peluquerías… César Rodríguez las recogió de la calle y las convirtió en estos números. Y les añadió un toque pandillero porque, según dice, siempre le interesaron los códigos gráficos de estos mexicoamericanos que viven en el sur de California.
La estructura y los trazos de estos números recuerdan a «una especie de gótica experimental», explica. Pero de donde surgen no es de un estilo, recalca. «Lo más importante es la parte conceptual que me llevó a este resultado».
Fueron sus paseos por las calles de cualquier lugar de México lo que le hicieron descubrir que, en las fachadas, «el común denominador son los rótulos góticos». De ahí surgió su idea de crear una numerografía que mezcla lo gótico con algo mexicano: las pandillas.
«Desde que era un adolescente he sido un gran fan de la cultura que hay alrededor de las pandillas. Sobre todo, de los movimientos gestados en el sur de California en Estados Unidos, que, en su mayoría, han sido desarrollados por mexicoamericanos (chicanos, como se les conoce coloquialmente)», relata Rodríguez. «Siempre me ha interesado su estructura, sus códigos y, sobre todo, su gráfica. Es aquí donde hago la conexión con la parte anterior, ya que tipográficamente las pandillas también tienen una gran influencia de la caligrafía gótica. Con solo ver sus tatuajes, podemos darnos cuenta».
No aparecen las imágenes de los números