Estos números están condenados a subir y bajar en un cubículo el resto de su vida. Su autora, Nuria Guther, dice que forman parte de una tipografía llamada Elevator y que los diseñó como resultado de una mezcla entre su «reciente entusiasmo por los objetos con profundidad y una temática un poco peculiar: los ascensores».
La directora de arte eligió el ascensor como referencia para crear estos dígitos para la sección de Numerografía de la revista Yorokobu de verano porque «es un cubículo oscuro que encaja en la estructura del edificio. Justo el tipo de forma geométrica que estaba buscando para hacer esta numeración».