El diseño está presente en nuestras vidas. Lo vemos en la ropa, en el urbanismo de nuestras ciudades, en los botes de conserva, en libros, en museos… Tan solo lo dejamos a un lado cuando morimos. El muerto, por razones obvias. Los que le lloran, porque no han encontrado más opciones fuera de la creación de ciertos ataúdes o de urnas funerarias.
Si alguien ha vivido con estilo toda su vida, ¿por qué privarse de él en su muerte? Quizá eso es lo que pensaron el escultor Bruno Mezcua e Íñigo Zurita cuando crearon Omneo. Se trata de una apuesta que combina diseño funerario y tecnología. Las cenizas solidificadas del fallecido se transforman en una pieza de arte con forma de prisma colocada en un estuche protector de aluminio, y que puede personalizarse con el nombre del difunto. La idea, dicen sus creadores, es dar una respuesta más digna a la muerte de nuestros seres queridos. Su precio es inferior al de un enterramiento tradicional y puede solucionar los problemas de espacio que hay en los cementerios.
Además de la pieza con el estuche, se ha creado una red social, omlime.com, para rendir tributo al fallecido en la que se puede dejar constancia de los recuerdos y memorias que sus seres queridos guardan de él. La wed puede enviar también recordatorios del aniversario de su muerte o incluso de su cumpleaños. Además, gracias a la tecnología NFC y sin necesidad de descargar ninguna app, basta aproximar el móvil a la pieza para acceder a toda esa información.
La idea surgió cuando Bruno Mezcua trabajaba en el cementerio de la Almudena, en el que su padre era el director, como escultor funerario mientras estudiaba Bellas Artes. Observó el problema de espacio que había en los cementerios y lo poco que había evolucionado el proceso de incineración desde su implantación en la década de los 70. Y se le ocurrió hacer una pieza de diseño más acorde con los tiempos. Años después, recuperó aquella idea de estudiante y se asoció con Íñigo Zurita, experto en finanzas y con una larga trayectoria como consultor estratégico, para diseñar este nuevo proyecto empresarial.
Omneo se ha lanzado al mercado este otoño, se produce en Madrid y Miami y puede adquirirse vía online o a través de empresas funerarias como Funeuskadi en el País Vasco o Altima en Barcelona. El pasado 21 de octubre se presentó en la feria NFDA de Indianápolis, la principal del sector funerario en la Costa Oeste de EEUU, donde ya se consiguieron los primeros contratos en ese país y algún otro en Centroamérica.
En España cuenta con patente registrada e incluso con la bendición de la Iglesia. Además del prisma, se ofrece también en formato Cube, algo más barato y pequeño, y guardado en una bolsita de algodón en lugar del estuche de aluminio. La acogida está siendo buena, cuentan desde la empresa a Yorokobu, ya que, de alguna manera, es un producto esperado que conecta con nuestro tiempo tanto en estética como en concepto. Si la muerte forma parte de la vida, mejor vestirla de diseño.