El pasatiempo consistía en escribir la palabra monster con letras «monstruosas». Pero ahí no quedó la cosa. Stella Björg no paró hasta haber completado su terrorífico alfabeto.
«Era difícil frenar aquello», se justifica. De su cabeza no dejaban de surgir caracteres con forma de criaturas imposibles y solo se detuvo al llegar a la «sonriente Z», una de sus preferidas. «Aunque también hoy diría que la P y la H están entre mis favoritas».
Björg achaca tal capacidad para generar los monstruos de There Be Monsters: A-Z a su interés por los mapas de Abraham Ortelius, autor de Theatrum Orbis Terrarum, el cual, pese a sus muchos errores, se considera como el primer atlas moderno.
«No es que haya tratado de seguir ni copiar su estilo, pero reconozco que ha sido mi principal fuente de inspiración».
Los mapas antiguos le fascinan, especialmente aquellos de Ortelius salpicados de monstruos que parecen sacados de las entrañas del océano. «Recrean un mundo lleno de posibilidades desconocidas. Me inspiraron cuando era más joven así como los mapas de libros de fantasía como El Hobbit».
La ilustradora islandesa comenzó entonces a dibujar sus propios mapas, a crear sus propios mundos mágicos e imaginar las historias que transcurrían en ellos. Y desde entonces no ha parado de hacerlo.
[…] Alfabeto monstruoso: http://www.yorokobu.es/ortelius/ […]