Otra Puta Feria Más convierte una galería de arte en Doña Manolita

Ayer por la mañana, los aficionados al arte hacían cola a las puertas de la Galería 6+1 de Madrid para ser los primeros en entrar a la inauguración de la exposición Otra Puta Feria Más y hacerse con una de sus codiciadas piezas.

Comisariada por Julio Falagán, Otra Puta Feria Más se suma a Flecha, Art Madrid, JustMad, We Are Fair!, Drawing Room y otras exposiciones que se dan cita en Madrid a rebufo de ARCO, que el próximo jueves abrirá su 35 edición.

Lo que diferencia a Otra Puta Feria Más (en adelante OPFM) de toda esta oferta es su original planteamiento. Si el arte es una herramienta para cuestionar nuestra realidad social, OPFM emplea el arte para discutir y poner en solfa la realidad del mercado del arte contemporáneo.

La propuesta de OPFM acoge la obra de más de 70 artistas actuales que han realizado una pieza para la ocasión cumpliendo con ciertas limitaciones. Por ejemplo, que independientemente de la técnica, todos empleasen el mismo formato, que el tema de todas las obras fuera relativo al mundo del arte y a la especulación y que el precio de las mismas fuera de 300 euros.

No es extraño, por tanto, que hubiera gente esperando a que a las 13 horas en punto se abrieran las puertas y poder hacerse con una pieza de, por ejemplo, Eugenio Merino, Luis Pérez Calvo, Oscar Seco, Olalla Gómez, Julio Adán, Gonzalo Rueda, Basurama, Diana Larrea, Rubenimichi o Florencia Rojas.

Lo más innovador de la propuesta de OPFM es que aquellos que ni siquiera puedan permitirse gastar 300 euros en una de esas obras, pueden descolgar aquella o aquellas que más les gustan, acercarlas a una fotocopiadora situada al fondo de la galería y fotocopiarlas por tan solo 0,50.

Tras autentificar la copia con el sello de la galería, la obra debe ser colocada de nuevo en su lugar hasta que alguien se decida a adquirirla. En ese momento, ya no se podrían sacar más copias seriadas de la misma. Todo el dinero recaudado por la venta de obra seriada se invertirá en décimos de Lotería Nacional que será dividida en participaciones entre todos los artistas que han expuesto.

Según explican Julio Falagán y la galería 6+1, «el beneficio obtenido por la venta de la obra es mínimo, por lo que la profesionalización del artista, el comisario y la sostenibilidad de la Galería con esta muestra queda en entredicho. El único punto a favor en la profesionalización del arte en este proyecto queda enmarcado en la posibilidad remota de conseguir el premio gordo de la Lotería».

O en otras palabras, poder vivir del arte en España es, definitivamente, cuestión de suerte. «Básicamente en esto consiste OPFM», concluye Falagán.

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Patrick Thomas

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