Todos los niños se llaman Ramón

Se habla mucho de la libertad de elección para educar a los niños y muy poco de una opción que, con el paso de los años, ha quedado relegada: educar en la religión de los Ramones. Se empieza contando en inglés. «One, two, three, four!». Termina con la graduación en la Rock and Roll High School. Este fin de semana, la banda madrileña Pantones ofrece un cursillo preparatorio dentro de la programación de Malakids, el festival urbano para padres e hijos no necesariamente modernos.

pantonesDesde que a algún lumbreras con traje se le ocurrió que los menores de 18 años no podían entrar en las salas de conciertos a ver música en directo, el apartado práctico de la carrera del rock quedó eminentemente incompleto. Desde entonces, y como dicen Los Coronas, se hace muy difícil para un joven «pasar de tercero de Rock».
Bajo esas circunstancias cobra mucho más sentido el florecimiento, fértil y felizmente frecuente, de iniciativas que acerquen la música en directo a los que solo pueden escucharla en casa.
Malakids, el festival urbano que se celebra este fin de semana en los barrios de Malasaña y Conde Duque de Madrid, incluye entre sus más de 130 actividades unas cuantas relacionadas con la creación musical. Tenía todo el sentido que fueran los Guau Guau Shows los que hicieran una de las propuestas y hasta ahí llegaron Pantones, el trío de punk-pop ramoniano que acaba de editar en Subterfuge ¿Quién quiere primavera?, su primer LP tras un 10 pulgadas llamado Ruido Rosa.
 

Pasiones de juventud (confesables o no)

Paty:  Yo era fan de Roxette. De hecho, antes de pensar en hacer la versión de The Sign de Ace of Base que aparece en ¿Quién quiere primavera? se nos pasó por la cabeza grabar Joyride, The Look o alguno de sus temazos noventeros. Podría decir muchas otras confesiones vergonzantes, pero después tendría que matarte.
 
Hormi: Antes de llegar a grupos como Ramones y empezar a agarrar una guitarra para imitarles, pasé tiempo escuchando otras cosas, y hasta aquí puedo leer…
 
Any: Mis primeros recuerdos van ligados a lo que escuchaba mi hermana mayor -y por tanto yo-. Algunos grandes como The Cranberries o K´s Choice y otros clasificados en materia reservada bajo candado doble como Gloria Estefan o Ella Baila Sola. Eso sí, primeros discazos propios: Roxette, Green Day y Nirvana.

 
Para Paty Critter, voz y bajo de la banda, la proliferación de bolos rockeros sin restricción de edad «es una idea genial, no solo para que los papis, que ya tienen más complicado moverse por las salas de conciertos en horario nocturno, puedan seguir desmelenándose un poco, sino también para intentar salvar a las nuevas generaciones de los peligros del reggaetón». La Pantone cree además que «normalizar el rock y la música en directo desde que los niños son muy pequeñitos es una inversión maravillosa en el futuro de la música y la raza humana en general».
Pantones, como todo el mundo, tuvo su primera vez. Nos cuentan que sus primeras experiencias en directo van desde El Último de la Fila o Siniestro Total (Paty), hasta P.J. Harvey (que estás en los cielos) o Manic Street Preachers en el FIB en el que se coló Any Pop, batería y coros en la banda. Algunos, como Hormiga The Ant, guitarrista, han sido muy punkis desde el comienzo y afirma que «cuando era menor de edad me colé en varios conciertos, pero el más significativo fue uno de Manolo Kabezabolo».
El concierto será el sábado 29 de marzo a las 5 de la tarde en la Plaza del 2 de Mayo. «Será media horita del pop acelerado con voces de parvulitas de siempre, aderezado con alguna que otra versión para que los niños puedan tararear con nosotros y mover las coletas», explica Critter.

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