Diez cosas para las que puede servirte aprender a patinar

El buen tiempo está a la vuelta de la esquina, lo que significa que se te acaba la excusa del frío para no calzarte unos patines. Si otro motivo que te impide decidirte a aprender es que patinar no sirve para nada, aquí tienes diez cosas para las que puede serte útil:

  1. Presentarte a un casting del musical Starlight Express

El clásico musical de Andrew Lloyd Webber nació en los 70 con la idea de ser una versión renovada del cuento de La Cenicienta. Rusty, el modesto tren de vapor, se enfrenta a los arrogantes trenes eléctricos y diesel con la ayuda de una luz inspiradora llamada “Starlight Express”. Lo cierto es que se convirtió en todo un icono pop, tanto por su música como por su estética. En España solo lo han representado grupos de teatro amateur. ¿Estarás preparado por si hay audiciones?

  1. Trabajar repartiendo folletos en un centro comercial

Busca «azafato patinador» o «promotor patinador» y sorpréndete con la cantidad de ofertas de empleo temporal que hay en las que piden tener habilidades sobre ruedas. Mascotas en ferias y eventos, promociones en centros comerciales, mensajería, buzoneo… ¡diferénciate de los demás por tu habilidad al deslizarte!

  1. Mantener el tipo en una roller disco

En algunas ciudades hay divertidísimas discotecas sobre ruedas. Una de las pioneras fue la famosa Roller Disco de Londres, que no solo tiene una pista central para que bailes con patines, sino que debes ir con ellos a pedir tu bebida a la barra, al baño… Algunos de los frecuentes aprovechan para disfrazarse con indumentarias divertidísimas. ¡Es digno de ver al menos una vez! En Madrid, por ejemplo, hay una en la estación de Chamartín.
«En los últimos años ha aumentado el número de propuestas recreativas como roller parties en discotecas, performances y spots publicitarios, etc; lo que facilita que más gente se adscriba a este deporte», explica el profesor de patinaje Javier de la Morena.

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Logotipo de la Roller Disco de Londres

  1. Ponerte en forma

«El patinaje es uno de los deportes en los que se ejercitan todos los músculos, unos más que otros, pero todos están involucrados», asegura la expatinadora Míriam Rodríguez. Los que más trabajan son los músculos de las piernas, pero también necesitas los brazos para seguir el ritmo y las lumbares y abdominales para mantener el equilibrio». Eso sí, si lo que quieres es notar un cambio en tus músculos necesitarás un trabajo extra: «Todos los profesionales del patinaje tienen toda la musculatura muy desarrollada, aunque no todo es por patinaje: también realizan mucha preparación física».
Javier de la Morena desvela los principales problemas que se encuentran las personas que aprenden a patinar: «se suelen plantear dificultades en cuanto al equilibrio y las posiciones. Patinar no es una actividad para la que el cuerpo esté diseñado específicamente, por lo que requiere de la adquisición de una técnica, una postura y un desarrollo muscular muy específico. Al principio la gente suele quejarse de agujetas y sobrecargas por malas posiciones o por forzar demasiado tiempo músculos que habían estado en desuso. Sin embargo, estas dificultades se pueden solventar con práctica y paciencia.»
Una vez cogido el tranquillo, son todo ventajas: «El patinaje es un deporte muy completo tanto en el rendimiento cardiovascular como en el desarrollo de capacidades como la resistencia, la velocidad y la fuerza explosiva. Por otro lado supone un ejercicio propioceptivo en sí mismo, ya que mejora la precisión de los movimientos y la musculatura postural», explica Javier.

  1. Hacer amigos

Cada vez es mayor la oferta de cursos de patinaje para todos los niveles y de planes para visitar una ciudad sobre ruedas. Una forma sana y divertida de conocer gente que para los profesores de patinaje supone una buena manera de tener unos ingresos extra. En cuanto llega el buen tiempo, es raro encontrar un parque con las condiciones adecuadas que no esté plagado de grupos de patinadores.
Míriam Rodríguez recibe de forma positiva estas iniciativas: «Me parece muy buena idea formar grupos para salir a patinar. Si sales tu solo es posible que te de pereza, pero si estás dentro de un grupo, te animas más».
Coincide con ella Javier de la Morena: «es una forma divertida de incentivar el deporte, de ofrecer alternativas de ocio y de realizar actividades al aire libre. Creo que no podría ser más positivo».

  1. Transportarte de forma ecológica

Al igual que ocurre con montar en bicicleta, hacerlo como deporte no es la única opción. Los patines también se pueden utilizar como medio de transporte para trasladarse de un sitio a otro. «Doy clases para adultos y me encuentro con mucha gente que se apunta a las clases únicamente para aprender a aguantar el equilibrio, frenar… para luego poder salir por la calle», cuenta Míriam Rodríguez. «Pero tiene sus limitaciones: no todo el mundo se atreve a ponérselos. Sobre todo, los adultos que no quieren hacer peligrar su trabajo por una afición».

  1. Salir en el Libro Guinness de los Récords

Para eso solo tienes que saltar un poco más de los 29 metros que saltó el francés Taig Khris en su barrio de Montmartre en 2011. Con este salto desbancó al estadounidense Dany Way.

  1. Tener tema de conversación si te cruzas con algún profesional

Según Míriam Rodríguez, en patinaje artístico sobre ruedas destaca Sergio Canales Rodríguez, que en la última temporada ha sido subcampeón de España, subcampeón de Europa y cuarto del mundo en categoría junior.
Javier de la Morena recomienda otras dos personas de referencia en este «pequeño mundo»: «Gonzalo Doctor, uno de los técnicos más profesionales del patinaje artístico a todos los niveles que conozco, y Daniel Arriola, gran patinador, pódium mundial en numerosas ocasiones, entrenador y coreógrafo. Ambos grandes personas».

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Daniel Arriola

  1. Convertir el patinaje en tu deporte habitual

¡Ya está bien de que todo el mundo juegue solo al fútbol! Practicar un deporte minoritario aporta muchas satisfacciones: más complicidad con las otras personas que también lo practican, más facilidad de acceso a espectáculos, etc.
Existen escuelas de patinaje dirigidas por los ayuntamientos. Normalmente se apuntan los niños un par de veces a la semana. Después están los clubs, que exigen disciplina en los entrenamientos. Estos clubs federan a los niños, que pasan a competir en torneos y campeonatos.
También puedes aprender a jugar al hockey patines o a cualquier otra de las disciplinas reconocidas por la Real Federación Española de Patinaje.
10. Cuidar tu mente
Javier de la Morena está convencido de que la práctica del patinaje «mejora muchas habilidades cognitivas como la concentración, la búsqueda de la autosuperación, la autocrítica, la sociabilidad, el desarrollo de estrategias complejas en tiempo real, la orientación espacial, etc.»Además, si no se realiza como deporte sino como forma de ocio, «se potencian habilidades sociales y se mejora el bienestar emocional (asociado tanto a la práctica de un ejercicio como a la actividad lúdica en sí)».
Patinar sirve para desconectar, sí… pero no demasiado. Míriam explica por qué no puedes evadirte tanto como cuando corres: «patinando debes estar bastante atento por si pierdes el equilibrio, te embalas, te encuentras con baches… Puedes ir pensando en tus asuntos pero sin demasiadas preocupaciones, porque si dedicas demasiada atención a lo que tienes en mente puedes caerte o golpearte».
Dado que, según explica Javier de la Morena, la dificultad que más problemas y lesiones suele acarrear es el propio miedo a la caída, podemos establecer además una preciosa metáfora psicológica sobre el miedo al fracaso. «Una mala gestión de este miedo puede ser causa de caídas, malas posiciones y, en definitiva, de una práctica poco recomendable e incluso peligrosa», asegura el profesor de patinaje.
Si ya estás convencido pero no sabes cuáles de los patines Oxelo elegir, Míriam Rodríguez explica la diferencia entre los patines en línea o en paralelo (quads): «Para las actividades que son más artísticas se suelen utilizar patines de ruedas en paralelo. Los patines en línea se usan en el resto de actividades en las que no prima la estética. El más común es el patinaje de velocidad. También los suelen llevar en línea las personas que patinan por la calle, ya que al llevar ruedas de goma, se adaptan más al suelo y transmiten menos vibraciones al cuerpo y, en concreto, a la espalda».
Javier de la Morena completa esta explicación: «Incluso dentro de los patines en línea o paralelo hay una amplia gama de posibilidades (de carreras, para freestyle, de artístico, de danza, de derby, de hockey…). En el caso de requerir los patines para realizar una actividad específica más allá del esparcimiento conviene informarse de qué patín es el más adecuado y de qué diferencias presenta con respecto a otros».
¡A por ello!

Un momento del musical "Starlight Express"
Un momento del musical «Starlight Express»

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