Es como un foso del que no sabemos su profundidad. La incertidumbre sabe bien cómo esconder su fondo y generar ese desasosiego propio del que teme precipitarse al abismo. En los tiempos que corren, esa sensación se ha extendido entre buena parte de la población. Y también entre distintos sectores profesionales. El de la moda no es una excepción.
A la inquietud generada por la situación política y económica, se suman, en el caso de esta industria, todos los elementos propios de un entorno cambiante, propiciado por los avances tecnológicos pero también por la creciente preocupación por la sostenibilidad.
Anticiparse, comprender, concebir y desarrollar productos innovadores para afrontar los nuevos desafíos no es algo sencillo. Es en esta tesitura cuando el pensamiento de diseño se revela como factor clave a la hora de detectar los cambios y desafíos tanto en el sector textil como en la sociedad en general, y proponer ideas y soluciones.
Ocurre en el caso de la aparición de nuevos escenarios, como el metaverso, La decidida apuesta de Mark Zuckerberg y el imperio Facebook con Meta ha alentado a empresas de todos los sectores a apostar por este universo virtual que solo en 2022 se espera alcance un valor de mercado de 8.000 millones de dólares. Y es la industria de la moda una de las que están a la vanguardia en este aspecto (solo por detrás de la de los videojuegos).
Ante retos como este, la estudiante de Master in Fashion Styling and Communication del IED Madrid Marina Pavia de Souza Martins ha desarrollado el proyecto de estilismo Meet me in the Metaverse con el que trata de anticiparse al futuro de la moda en este nuevo mundo en 3D.







Mediante lentes distorsionadas, fondos abstractos, looks y maquillajes lúdicos, muestra cómo imagina sus avatares en este espacio y cómo estos se mueven y se visten de la forma más creativa posible.
MODA ANTIDESPILFARRO
Pero si presume de ser una de las más innovadoras, la de la moda también es una de las industrias más contaminantes (solo por detrás de la petrolera). Evitar seguir despilfarrando recursos es el propósito de la estudiante del Master in Design for Sustainable Fashion Technology del IED Barcelona Micaela Clubourg, junto a las alumnas de Fabricacademy Saskia Helinska y Vidisha Goel. Para ello, han desarrollado el proyecto Kambio*, una prenda inteligente con propiedades cambiantes, esto es, capaz de modificarse y remodelarse para amoldarse a las condiciones medioambientales.




Fabricada con un material biológico como es la kombucha, la prenda tiene la capacidad de expandirse con el frío para dar calor al usuario. O desinflarse para permitir que circule el aire fresco cuando aprieta el calor. También es capaz de cambiar de color para adquirir un tono más oscuro capaz de absorber más calor cuando la temperatura exterior cae.
Formadas en el IED, con sedes en Madrid, Barcelona y Bilbao, Marina y Micaela han trabajado en dos proyectos que toman el pulso a las preocupaciones e intereses de las nuevas generaciones de diseñadores. En un mundo con nuevos retos, estos profesionales han de formarse para anticipar los cambios sociales y a las urgencias del planeta.
Para ello, centros especializados como el IED apuestan por una metodología basada en el equilibrio entre soft y hard skills, técnicas de investigación, la experimentación, la interdisciplinariedad, las actividades transversales o el contacto directo con empresas, entre otros. Sin olvidar la potenciación de la autonomía y el estilo personal de los estudiantes, así como una mirada crítica y ética en todo el proceso de diseño.
* Este proyecto ha recibido financiación de ATTRACT, un proyecto de investigación e innovación de Horizonte 2020 de la Unión Europea bajo el acuerdo de subvención n.° 10100446