Peticiones en Change.org que te dejan catacrocker

Bien es sabido que, aunque son pocos los elegidos para liderar y movilizar al resto, son incansables y batalladores. El romanticismo que destilaba luchar por causas perdidas se ha sustituido por la reivindicación 2.0, que permite dar lugar a deliciosas peticiones sin pies ni cabeza. Y eso es lo que nos gusta aquí: las caras de WTF! que se te quedan al ver qué inquieta a algunas personas.
nicoSi yo fuera él, me lo pensaría. Nico Abad, tipo simpaticote donde los haya, atesora no una, ni dos, sino tres peticiones para que su voz deje de ser la que retransmita el mundial de motociclismo. Hemos de confesar que, con nuestro poco conocimiento acerca de este particular caso, necesitamos preguntar si estas peticiones son exageradas o, por el contrario, debemos ir abriendo la cuarta.
Por otro lado están las peticiones que tienden a lo local, al cariño por lo pequeño; porque todos sabemos que lo sueños, que una sociedad más justa, se comienzan a construir desde uno mismo y desde el entorno más próximo. Por eso cobran todo el sentido peticiones que como la que solicita que Alberto Rodríguez deje de ser virgen.
La solicitud es clara y no muy exigente con los requisitos. «¿Eres una chica normalita, con un autoestima no muy alta y que se encuentra en una situación parecida?». Evidentemente, el problema vendrá dado por determinar dónde ponemos el listón de la «autoestima no muy alta» pero, a buen seguro, es algo que se pude discernir con buena voluntad y un poco de arrojo.
Como hemos comentado, la nobleza salida directamente de lo más profundo del corazón es el principal leitmotiv de este tipo de causas. Así, el rechazo a la explotación de la tercera edad tiene, por supuesto, su lugar en Change.org. «No al partido de veteranos Elche – Athletic de Bilbao». ¿Los motivos? «Los veteranos deberían de estar paseando, tomando el fresco y viendo Walker Texas Ranger«. Ante tan poderosos argumentos las ganas de rebatirlos se esfuman como la medicación en los geriátricos.
Seguimos ascendiendo en la escala de profundidad del alma. Toca armarse de poesía porque, sí amigos, los rapsodas también tienen su sitio en Change.org. Ante la ola de superficialidad que acosa a nuestra sociedad, ante esa reivindicación de lo material, de lo concreto como eje vertebrador de la realidad que nos cobija, siempre queda lo metafórico, lo etéreo, la ensoñación mágica de cobijos infinitos.
«Queremos un hotel de mil estrellas» enfrenta al poderoso lobby hostelero, amenazante y encarnado en atrocidades como El Algarrobico, con aquellos que se conforman con el cálido abrazo de la naturaleza en su más salvaje representación. «Queremos pernoctar en un hotel de mil estrellas y vivirla de modo sencillo, dormir al raso», dicen desde la petición. Tranquilos. Estamos a un par de reformas laborales de conseguirlo. Todos.
Vamos con aquello que afecta al alma. Lo cierto es que en estos casos es complicado dirigir la petición a alguien que no sea un ente supranatural. Aquí han optado por hacerlo «a todas las personas que viven en España». Y que se jodan en Francia. ¿Qué queremos? ¡Arrepentimiento! ¿Cuándo lo queremos? ¡Da igual, pero que sea completo ya que «esto funciona tanto a nivel personal como nacional«!
Finalmente tenemos la metapetición, aquella que amenaza con terminar con tantos momentos de diversión. Todos los críticos con Change.org estarán encantados y más teniendo en cuenta que lo que ilustra a la solicitud es una imagen de Eskorbuto. Pero dejémonos de zarandajas y ¡que cierren Change.org! 39 personas ya han apoyado la causa.

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Patrick Thomas

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