“Es que hay muchas cuestas… Es que es un peligro… Es que no puedo ir a trabajar en bici porque me tengo que poner unas mallas y un cortavientos refractante…”. A ver, sigue leyendo, que te vamos a desmontar estas excusas para no coger la bici en la ciudad en un pis-pas.
Desmontando mito 1: “Es que hay muchas cuestas…”. Sí. Las hay. En las ciudades hay zonas con grandes desniveles. Pero también hay tramos llanos. Están en muchas calles secundarias que quizá incluso no conozcas porque lo más común es que seas fiel a las mismas rutas.
Esas vías alternativas conforman una nueva ciudad en la que las rampas desaparecen (o se atenúan al máximo), el tráfico es más ligero y las carreteras son más amables con el ciclista. Esa otra ciudad, en Madrid, está reflejada en varios planos de calles tranquilas.
La idea surgió de un amante de la bici, llamado Aalto, y de un grupo de amigos que le siguieron en la iniciativa. Un blog, en bici por madrid, se convirtió en su punto de encuentro y de ahí nacieron otras iniciativas destinadas a fomentar el uso de las bicicletas por la ciudad.
“Nos inspiramos en un mapa de Tokio que mostraba las mejores calles para ir en bici. Vimos que podíamos encontrar calles secundarias en Madrid. No hace falta construir un carril bici en la Castellana. Hay alternativas más seguras y más cómodas”, explica Iván Villarramblas, uno de los cinco redactores del blog.
La información para hacer el plano procede de Google Earth (ahí se ve la pendiente de los tramos) y de cartografía (de ahí se extraen los datos sobre la densidad de tráfico). Y a esto se suma la sabiduría del pedal. “Recorremos las zonas en bici para conocerlas mejor y vamos completando la información con los comentarios que nos envían otros ciclistas”, especifica Villarramblas.
“Buscas cuestas asumibles y calles sin mucho tráfico. Te das cuenta de que por estas rutas puedes cruzar la ciudad de punta a punta. Y, además, descubres otra ciudad. En las calles secundarias encuentras zonas de chalés de los años 20, colonias históricas…”.
Por el momento hay planos de calles tranquilas del centro de Madrid, el nordeste, noroeste y suroeste.
Desmontando mito 2: “Es que es un peligro…”. Este blog nació como espacio de encuentro entre ciclistas porque, según Villarramblas, “cuando uno coge la bici, le gusta comentar cosas con otros usuarios”. Proponían a todo el mundo que fueran a trabajar en bici y, en estas conversaciones, descubrieron que muchas personas no la cogían porque el asfalto de Madrid les da miedo. en bici por madrid buscó un remedio. Los ciclistas que conversan en el blog decidieron ofrecerse un día a la semana para acompañar a esas personas en su viaje en bici al trabajo.
Ese día sería el viernes y lo llamaron BiciViernes. En mayo pasado abrieron un foro y se ofrecieron unas 50 personas para hacer de guías. La cita es en la puerta de las personas que querían probar el recorrido en bici de su casa al trabajo. “Era como un autobús escolar. Hacemos una ruta y se van incorporando otras personas. No solo mostramos por dónde ir. Enseñamos cómo moverte por la ciudad en bici y no solo a circular por los carriles bici. También damos consejos básicos sobre el uso seguro y sensato de la bicicleta en la ciudad. Por ejemplo, ‘si tienes miedo, ve en grupo’, ‘elige las calles llanas y con poco tráfico’…”.
Un día, en una conversación del foro, hallaron que los viernes no era el mejor día para que un novato cogiese la bici. Algunos temían llegar tarde al trabajo o, simplemente, se sentían incómodos en el experimento bajo la presión de una hora de entrada. Alguien sugirió arrancar, en su lugar, los BiciFindes y en ello están desde hace un mes. En algún momento del fin de semana un bici-guía queda con un bici-aprendiz para mostrarle cómo ir a su oficina.
Desmontando mito 3: “Es que no puedo ir a trabajar en bici porque me tengo que poner unas mayas y un cortavientos amarillo refractante…”. Negativo. “Ir en bici por la ciudad es un estilo de vida. No es ciclismo deportivo. Eso es otra cosa y no se hace en un entorno urbano», asegura Villarramblas. «Nosotros decimos que hay que coger la bici vestidos de forma elegante. Exactamente igual que te vistes para salir a la calle. Tenemos una visión urbana. No pensamos en la bici como una forma de hacer deporte. Es una cuestión de cambiar el ritmo de la ciudad”.