Los contenedores de basura comen cada dรญa toneladas de alimentos. La mayorรญa de ellos permanecen todavรญa en buen estado. No llegan ahรญ porque estรฉn podridos. Probablemente alguien no calculรณ bien la raciรณn de la cena o pensรณ que se habรญan convertido en veneno porque su fecha de caducidad coincidรญa con la del periรณdico del dรญa. Pero, realmente, ยฟes necesario destruir tanta comida?
El realizador alemรกn Valentin Thurn se hizo esta pregunta y buscรณ la respuesta grabando un documental que se mostrarรก en el festival de cine y gastronomรญa Flim&Cook. El director siguiรณ la pista de las toneladas de alimentos en perfectas condiciones que acaban en el cubo de la basura y descubriรณ que en Europa el 50% de la comida termina en el contenedor. Mientras tanto, en todo el mundo, un billรณn de personas pasa hambre y 25.000 individuos mueren cada dรญa por desnutriciรณn.
Thurn no descubriรณ nada nuevo. Lo mรกs grave de esta situaciรณn es que resulta de sobra conocida. Pero el alemรกn se propuso recordarla y abrir un debate. Creรณ la plataforma Taste The Waste y abriรณ un espacio destinado a que otras personas aporten ideas para evitar que se desperdicie tanta comida.
ยซEn el trayecto de los alimentos desde su producciรณn, envase, transporte y venta hasta su consumo, desperdiciamos casi la misma cantidad que consumimosยป, asegura este movimiento en su site. ยซEn la mayorรญa de paรญses no hay cifras concretas de la cantidad de alimentos que se tiran. Sin embargo, Gran Bretaรฑa ha realizado el esfuerzo de medir la montaรฑa de basura y ha llegado al espeluznante resultado de que se desechan 15 millones de toneladas de comida al aรฑo. Ello equivale a 484 millones de vasos de yogur sin abrir, 1,6 billones de manzanas sin tocar (o 27 por persona) y 2,6 billones de rebanadas de panยป.
Thurn recuerda que su madre (igual que miles de mujeres europeas) le decรญa cuando era pequeรฑo que no tirase la comida. Los niรฑos de Africa no podรญan tenerla y hubiesen estado muy contentos de tener en su plato lo que รฉl querรญa ver en la basura. Ese argumento, dice el realizador en la presentaciรณn de su documental, ha resultado ser โprofรฉticoโ.
ยซLos precios ascendentes del trigo muestran claramente el asunto. En la actualidad compramos nuestra comida en el mismo mercado mundial que compran los paรญses en desarrollo. Si nosotros tiramos menos comida y, en consecuencia, compramos menos, los precios bajarรกn y habrรก mรกs alimentos para las personas con menos recursosยป.
ยซPero, ยฟpor quรฉ demonios seguimos desperdiciando cada vez mรกs y mรกs?ยป, se pregunta el movimiento Taste The Waste en su manifiesto. ยซPor la lรณgica de la producciรณn industrial de la comidaยป.
ยซLos agricultores tiran su producciรณn cuando los precios caen por debajo de la cantidad de dinero que ellos tienen que gastar por la mano de obra y las mรกquinas. Asรญ, si el precio en el mercado es bajo, el trigo se pudre en el campo. La comida tambiรฉn se desperdicia cuando es transportada por la rigidez de las leyes. Cuando un sistema de refrigeraciรณn en un camiรณn de tomates se estropea, se destruye toda la partida. O cuando un melocotรณn se pudre, se tira todo el palรฉยป, continรบa el manifiesto.
ยซLos supermercados desperdician porque se sienten obligados a ofrecer a sus clientes todo tipo de alimentos todo el tiempo. Temen que si sus estanterรญas no estรกn llenas, sus clientes se vayan a la competencia. Por eso, cuando llegan nuevos artรญculos, los antiguos acaban en la basura (independientemente de si son comestibles o no). Y los consumidores desperdician comida porque no conocen el significado real de la etiqueta โConsumir antes deโ. Una tercera parte de los britรกnicos piensan que un producto pasado de fecha los puede envenenar o no deberรญa ser comido jamรกs. Obviamente, tenemos que volver a aprender cรณmo reconocer si un alimento es aรบn comestible o noยป.
Una forma de protesta ante esta situaciรณn es rescatar comida de la basura en buenas condiciones. Esto es lo que propone Thurn.
Pero, ademรกs, hay muchas otras formas de hacerlo. La web del documental Taste The Waste menciona varias personas e iniciativas que ofrecen una alternativa a este derroche masivo de alimentos.
Hablan, por ejemplo, de Thomas Pocher, manager de un supermercado francรฉs, que pretende concienciar a sus clientes para que compren productos que hagan menos daรฑo a la naturaleza. O del granjero alemรกn Friedrich-Wilhelm Graefe zu Baringforf, que se niega a desechar casi la mitad de la producciรณn de su cosecha porque no estรก en โcondiciones รณptimasโ. O Timo Schneider, que enseรฑa a los niรฑos de Berlรญn a cocinar verduras frescas.
Thurn Film continรบa ahondando en la promociรณn de un consumo mรกs responsable de la comida. Ahora estรกn grabando un documental para la TV alemana sobre las fรณrmulas que se estรกn utilizando para evitar el desperdicio de alimentos, segรบn Yvonne Miehlke, colaboradora del realizador.
Miehlke asegura, ademรกs, que la concienciaciรณn va aumentando y que ya existe, incluso, un proyecto de la Uniรณn Europea destinado a reducir el despilfarro de alimentos a la mitad para el aรฑo 2025.