Por las praderas de la mente de Miriampersand, los animales corren con libertad. Un momento. No son animales. Son personas. ¡No! ¡Son personas con cabeza de animal! Brincan y retozan alimentado las ideas y las sensaciones de la ilustradora, felices y despreocupadas, esperando a que les llegue el turno de salir de allí y conocer al resto del mundo.
Su particular bestiario se ha visto ya en otros de sus proyectos. Por ejemplo, en forma de hombres y mujeres paloma mostrando la ciudad de Madrid en viñetas; o del pájaro púgil que ilustra los cuadernos de Imborrable; o del zoológico humano que estira y baila en el JOBO, el bono cultural para jóvenes del Ayuntamiento de Madrid.
Miriampersand dice que le resulta más satisfactorio representar las emociones a través de ellos. «El color también es muy importante para mí», indica. «Me gusta crear ambientes muy coloridos y alegres».
Quizás por eso la propuesta de portada de Yorokobu de Miriampersand es una bandada de aves… perdón, de jóvenes universitarios… ¡No! De personas con cabeza de pájaro jugando a armar construcciones vivas de cuerpos bajo un cielo rosado.
«Creo que la felicidad y la alegría son mayores cuando se comparten y nada mejor que construir algo en conjunto para lograrlo». Así que los seres que danzan por la mente de Miriampersand han decidido que sería divertido saludar a los lectores de Yorokobu desde la peculiar posición que adoptan en esta formación que no tendría mucho sentido si falta alguno de sus miembros.