Alargar el azul todo lo que se pueda. Llevarlo desde el comienzo del verano hasta que el invierno nos reviente. Hacer de septiembre azul. Convertir el azul en el color de los viajes, los navegantes y los exploradores; y también en la tonalidad de un reseteo vital a mediados de año.
Mach Studio ha diseñado una filosofía azur para septiembre y la ha llevado a la portada de la revista Yorokobu de este mes. Aquí están sus claves:
El origen
En el estudio Mach.
Antes de tocar un lápiz, una tecla, un ratón.
Piensan qué les guiará para convertir un papel blanco en esta portada.
«Septiembre, mes de comienzos, inicio de cursos, de lanzamiento y deseos. A diferencia del año nuevo, del primero de enero, reset obligatorio al calendario, septiembre es tiempo de inventarse, de construirse y explorar».
El cielo y el mar
«En Mach, que desde su concepción ha bebido la ansiedad de los grandes exploradores, su necesidad innata de mirar al cielo y entenderlo, trazar caminos y rutas y guiarse por astros para mapear el ascenso, hemos querido mirar al pasado de la navegación, a los sextantes, brújulas y cuadrantes, las cartas estelares y el valor insensato de quien se lanzaba a lo imposible con el conocimiento adquirido».
Las geometrías
«Trazar el orden geométrico celeste en una suerte de teatro épico capaz de llevarnos al primer Everest, la primera luna, el primer Cabo de Hornos o superar al sonido en nuestro primer Mach. Cubrir el miedo con plena consciencia, y hallar arte y belleza en cada uno de los viajes que superaron los límites».