Al igual que algunos factores biolรณgicos pueden predisponerte a sufrir diabetes o poseer una mayor masa muscular, tambiรฉn hay factores que predisponen a la homosexualidad (lo cual no es malo ni bueno, pues queda fuera del juicio moral). La orientaciรณn sexual es como el color de los ojos y no reviste ningรบn problema de salud, por ello fue retirado del DSM-III en 1973.
Las preferencias sexuales estรกn parcialmente programadas biolรณgicamente por nuestros genes. Por ejemplo, un estudio llevado a cabo por gemelos idรฉnticos en 1991 sugerรญa que si uno de ellos era gay, el otro tenรญa el triple de probabilidad de serlo tambiรฉn. Una correlaciรณn que no tenรญa lugar entre gemelos no idรฉnticos. Como abunda en ello el psicรณlogo Davin Linden en su libro El cerebro accidental:
Al parecer, en torno al 15 por ciento de las hermanas de mujeres lesbianas son tambiรฉn lesbianas (comparadas con el 2 por ciento de la poblaciรณn general), y el 25 por ciento de los hermanos de hombres gais son tambiรฉn homosexuales (comparados con el 4 por ciento de la poblaciรณn general). Resulta interesante seรฑalar que el hecho de tener un hermano gay no hace aumentar las probabilidades de que una mujer sea lesbiana ni viceversa.
Pero no todos son genes en nuestra orientaciรณn sexual. A diferencia del color de ojos, la homosexualidad no se hereda al cien por cien: tambiรฉn son relevantes otros aspectos.
Influencia anatรณmica
Si existe una predisposiciรณn genรฉtica, tambiรฉn la hay a nivel anatรณmico. Al parecer, el tamaรฑo de una parte del cerebro es igual en mujeres heterosexuales que en hombres homosexuales: concretamente el tercer nรบcleo intersticial del hipotรกlamo anterior (INAH3), una pequeรฑa zona del hipotรกlamo, esencial para los instintos primarios como el hambre, el cansancio y el deseo sexual.
Estas conclusiones, con todo, son controvertidas, porque el tamaรฑo de esta zona en los propios homosexuales varรญa mucho, y el estudio se realizรณ en autopsias de vรญctimas del sida. Todos los estudios fueron de cerebros muertos, y no sabemos cรณmo son los cerebros de las personas homosexuales cuando nacen o poco despuรฉs de venir al mundo, antes de que los factores socioculturales tengan ocasiรณn de ejercer mayor influencia.
A pesar de ello, los neurocientรญficos parecen encontrar pequeรฑas diferencias entre los cerebros homosexuales y heterosexuales, como la comisura anterior, que es un 34% mayor en hombres gays. El nรบcleo supraquiasmรกtico, tambiรฉn es mayor.
Incluso se encuentran diferencias en las huellas dactilares, pues las de los hombres homosexuales son mรกs similares a las de las mujeres heterosexuales, como explica Zoe Cormier en su libro La ciencia del placer:
La diferencia de tamaรฑo entre el dedo รญndice y el anular (el รญndice 2D:4D) tambiรฉn parecรญa ser una marca de homosexualidad: un รญndice 2D:4D bajo significa que el รญndice es mucho mรกs corto que el anular. Parece que en los hombres homosexuales es mรกs frecuente que el dedo รญndice sea mรกs largo que el anular, y se cree que existe una relaciรณn con los niveles de testosterona en el รบtero durante el embarazo.
Influencia familiar
Tambiรฉn parece existir cierta influencia familiar en la homosexualidad, pero no en el sentido de que padres gays predispongan a hijos a tener la misma orientaciรณn sexual. Ademรกs, los padres homosexuales no perjudican el desarrollo de sus hijos. La cuestiรณn se reduce al orden de nacimiento en la familia.
En las familias con muchos niรฑos, los menores tienen mayor probabilidad de ser gays que los mayores. Ray Blanchard, catedrรกtico de la Universidad de Toronto, seรฑala que si eres hombre, tu probabilidad de ser gay aumenta en un 33% por cada hermano mayor que tengas. Pero ello tampoco parece ser fruto de la convivencia familiar, sino que ocurre a nivel fetal, como explica Cormier:
los restos de cรฉlulas fetales masculinas que quedan en el รบtero y en el torrente sanguรญneo de la madre provocan un contraataque cada vez mรกs virulento. El sistema inmunitario de la madre produce cada vez mรกs anticuerpos contra las hormonas masculinas, lo que origina unos niveles reducidos de testosterona en el รบtero.
ยฟUn error en la evoluciรณn?
Abordar la homosexualidad como un error evolutivo (bajo el argumento de que los homosexuales no se reproducen, lo que conduce a la extinciรณn de la especie) probablemente es consecuencia de una mala comprensiรณn del proceso evolutivo. La evoluciรณn no es una carrera biolรณgica por la excelencia, sino que residen en el satisficing (satisfacer de manera suficiente), un tรฉrmino empleado por el Premio Nobel Herb Simon. Los aspectos que se perpetรบan por la evoluciรณn no tienen que ser necesariamente buenos, ni siquiera deben ser cada vez mejores, sino que basta con que sean suficientes para sobrevivir y prosperar.
El funcionamiento de nuestro ojo, por ejemplo, es un completo despropรณsito desde el punto de vista de la ingenierรญa. Nadie que hubiera diseรฑado un ojo en un laboratorio habrรญa incurrido en tantas equivocaciones y redundancias. El ojo estรก montado al revรฉs, y deberรญamos contemplar continuamente una gran mancha negra delante de nuestros ojos, que es el punto ciego de nuestra visiรณn de resultas de la ubicaciรณn del nervio รณptico en la retina. Sin embargo, es suficiente para seguir adelante.
Lo mismo sucede con la blancura de piel. Ser blanco y de ojos azules es casi una anomalรญa biolรณgica en el sentido de que solo resulta รบtil en paรญses muy septentrionales en los que apenas hay presencia de luz solar. El hecho de que los blancos se hayan dispersado por todo el mundo no impide que continรบen teniendo descendencia (y, por tanto, que nazcan mรกs niรฑos que hereden su condiciรณn), pero muchos de ellos sufren cรกncer de piel porque no estรกn bien adaptados al medio, a diferencia de los mรกs oscuros de piel.
La razรณn de que un porcentaje de la poblaciรณn sea homosexual y la tendencia homosexual no se erradique por cortesรญa de Darwin se debe, pues, a dos factores no necesariamente excluyentes. El primero es que no afecta a la supervivencia de la especie (porque son minorรญa) y segundo, porque muchos homosexuales tambiรฉn se reproducen (y sus vรกstagos pueden heredar su inclinaciรณn). Este caso, irรณnicamente, se ve reforzado por el tabรบ hacia la homosexualidad: cuanto mayor sea รฉste, mรกs homosexuales se verรกn empujados a mantener relaciones heterosexuales y reproducirse por miedo al rechazo social.
Ademรกs, todavรญa no existe un consenso a propรณsito de la razรณn biolรณgica de la homosexualidad y hay diversos estudios que sugieren la importancia de los homosexuales en las dinรกmicas sociales de los primeros cazadores-recolectores, con lo cual podrรญan haber sido imprescindibles para la superviviencia de la humanidad. Estudios genรฉticos tambiรฉn indican que las parientes de sexo femenino de los hombres gays son mรกs fรฉrtiles. Estas mujeres transmitirรญan un gen que propiciarรญa la homosexualidad a su descendencia, porque los hijos que nacieran heterosexuales serรญan mรกs fรฉrtiles, lo que podrรญa encajar perfectamente en la carrera armamentรญstica darwiniana.
Ni antinatural ni anormal
Habida cuenta de que la homosexualidad estรก favorecida por la propia evoluciรณn, no podemos considerarla antinatural. Tampoco anormal, porque un porcentaje significativo de la poblaciรณn es homosexual. Ademรกs, obtener placer del sexo sin perseguir la reproducciรณn es algo que tambiรฉn hacen los heterosexuales cuando recurren a la anticoncepciรณn o al kleenex. La sodomรญa solo es un uso exadaptativo de un parte del cuerpo, como lo es el puente de la nariz y la aleta de las orejas para sujetar las gafas.
Y, por si fuera poco, el comportamiento homosexual en el reino animal no es una rareza, sino la norma, como seรฑala Joan Roughgarden, profesora emรฉrita de la Universidad de Stanford. En todas las ramas del รกrbol evolutivo, comprendiendo peces, aves, reptiles y anfibios, hallamos ejemplos de homosexualidad. Por ejemplo, hasta el 31% de las parejas de albatros son hembra-hembra. Tal y como afirma Bruce Bagemihl, de la Universidad de Wisconsin, en su libro Biological Exuberance: Animal Homosexuality and Natural Diversity, hay mรกs de quinientas especies animales donde se presenta la conducta homosexual
Lo que, de nuevo, pone en evidencia que la reserva genรฉtica colectiva no se daรฑa o elimina a causa de la homosexualidad, sino que florece como un rasgo mรกs de la naturaleza. Y quien sabe si en un mundo futuro prรณximo, cuando releguemos la reproducciรณn a รบteros artificiales, no intervengamos en nuestros mecanismos del deseo para ampliarlo hasta el punto de que nos podamos sentir atraรญdos tanto por hombres como mujeres. Seguro que el sexo acabarรก siendo mรกs divertido.
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Foto: Shutterstock/Pixabay