“España es un país que ha pasado de pedir el 0,7% para los países del tercer mundo a necesitar ayuda dentro de sus propias fronteras. En este país se está pasando hambre y eso a mí me parece algo aberrante e intolerable”, explica Iván Ordás, uno de los artistas que participa en Presente Bruto Ilustrado, un proyecto que ha involucrado a una docena de ilustradores para recaudar fondos para los millones de españoles que, aquí y ahora, están pasando hambre.
“The time for talk is over”, Borja Bonafuente (Madrid).
PBI, unas siglas que remiten nada casualmente al PIB, el presunto termómetro del bienestar de un país, tiene forma de un crowdfunding: los mecenas (42 a la hora de escribir estas líneas) aportan entre 25 y 300 euros por hacerse con los carteles creados en exclusiva por artistas como Borja Bonafuente, Mauro Entrialgo, José Punzón, Lorenzo Montatore o el estudio Conspiracy Studio. Los 6.000 primeros euros que esperan conseguir (ya han logrado más de un tercio) se utilizarán para la impresión y distribución de los carteles. A partir de esa cifra, la recaudación se destinará íntegramente a un banco de alimentos.
El proyecto se empezó a fraguar a partir de una escena tristemente cotidiana en las calles de España: “Vi una pareja con sus dos hijos rebuscando en la basura del supermercado. Los chavales llevaban las mochilas del colegio. Eran una pareja de treintañeros, con los niños buscando la cena en la basura antes de hacer los deberes. No era algo lejano ni estaba en otro continente sino a la vuelta de la esquina”, recuerda Álvaro P-FF, promotor de Presente Bruto Ilustrado y fundador del estudio The Fly Factory.
Esta es su aportación a la colección:
A los ilustradores no se les pidió ninguna temática en concreto para los carteles, aunque el sesgo es claramente político y abundan las referencias a guillotinas y cabezas decapitadas. “Yo no he hablado de política con la mayoría de los ilustradores, pero no me extraña que haya gente que al ver familias desahuciadas y rebuscando en la basura piense en guillotinas, en bates de beisbol y en motosierras”, dice Álvaro.
“Queremos transmitir dos mensajes: uno concreto -el que cada artista expresa en su cartel- y otro general: que todo el mundo puede echar un cable a la gente que lo está pasando mal. En el momento en que el Estado ha dimitido de su deber de auxiliar a los desfavorecidos, es cuando la sociedad debe tomar la iniciativa”, remata el diseñador.
La obra que aporta Tinglado Gráfico es una actualización de los clásicos “tres monos sabios” –uno no oye, otro no ve y el tercero no habla- en este caso, aislados en su burbuja de ciberentretenimiento. Según explica uno de sus autores, Iván Ordás, “muchos nos hemos creado una burbuja para no sufrir, vemos las desgracias fuera pero somos incapaces de implicarnos. El resultado de esta pasividad es doble: por un lado, si no somos parte de la solución nos convertimos en parte del problema. Por otro, la clase política acaba haciendo lo que quiere, sumergida como está en su propia endogamia intelectual, ajena a las voces que claman abajo y que tienen hambre”.
“Que recorten la cabeza”, Luís Demano (Valencia)
“Guillotine Barberchair”, Mik Baro (Valencia)
“Estamos hasta el coño”, Nikita Rodríguez (Madrid)
“A por ellos”, Aritz Aramburu (San Sebastián)
“Gana la banca”, Bunker Graphics (Vigo)
“Mutación Capital”, Grip Face (Mallorca)
“Haz caso al Oso Pérez”, José Punzón (Madrid).
Obra: “Choco Crisis”, Lorenzo Montatore, Loren (Madrid)
“Justicia de pago”, Mauro Entrialgo (Vitoria)
“Dinero habla Mierda anda”, Oky von Stoky (Madrid)
“In Gold we trust”, Roberto Argüelles (Vigo)
“Todo es botana”, Toño Camuñas (Valencia)
“Se les está terminando el tiempo”, Conspiracy Studio (Barcelona)
“Emigra o Muere”, Doctor Juampa (Valladolid).
“Lady Capital”, Don Rogelio J (Valencia)
El crowdfunding del PBI. Más información en la página web y en Facebook.