Un preservativo capaz de lubricarse por sí solo

Preservativos autolubricantes

El preservativo sigue siendo uno de los métodos anticonceptivos más seguros. Sin embargo, sigue sin ser cien por cien efectivo. En parte porque se usa mal (hay que ponerlo desde el principio y no solo para eyacular) y en parte porque a veces se producen fallos, como roturas que dan más de un susto.

Pero el verdadero problema del preservativo son las mil y una excusas que se ponen para no usarlo. Algo para lo que la ciencia está buscando respuestas, ya que no hay que olvidar que, hoy por hoy, es el método más efectivo para evitar el contagio de infecciones de trasmisión genital que, pese a toda la información disponible, no hacen más que aumentar.

Una de las últimas investigaciones respecto a un mejor diseño de los preservativos ha surgido recientemente de la Universidad de Boston (BU). La idea pasa por conseguir crear un condón autolubricante. Se trataría de sacar al mercado preservativos humedecidos con productos lubricantes personales que hagan más resbaladizo el tacto y, por tanto, con menor riesgo de roturas, además de resultar incluso más placenteros.

¿Y qué supondría un condón así en el mercado? Según los propios investigadores, la diferencia radica en que los habituales lubricantes a base de silicona que se encuentran en muchos de ellos suelen ser pegajosos y sucios, repeliendo además la humedad.

Preservativos autolubricantes

Este nuevo modelo de preservativo está recubierto de polímeros que capturan la humedad del agua y los fluidos corporales, atrapando esos líquidos en la superficie del condón. Esto supone que la lubricación dura más tiempo, incluso durante toda la actividad sexual, sin necesidad de recurrir a lubricantes externos.

En palabras de Mark Grinstaff, profesor de química de la facultad de Artes y Ciencias de la BU y profesor de ingeniería biomédica de la facultad de Ingeniería, este añadido resulta no solo práctico, sino, sobre todo, atractivo para las parejas.

Según una encuesta previa que realizaron para valorar la posible aceptación del producto, «aquellos que normalmente no usan un condón dijeron que considerarían hacerlo si se mantiene resbaladizo como este». Y 9 de cada 10 encuestados afirmaron que, si este condón llegase al mercado, lo preferirían respecto a las versiones estándar de látex.

UNA INNOVACIÓN PAUSADA

Lo cierto es que en el sector de los preservativos cada vez aparecen más novedades, pero se comercializan de forma lenta y no siempre se dan a conocer lo suficiente.

De hecho, aunque el público no lo sepa, hay más variedad más allá de incluir sabores, ajustar las tallas y las formas o incluir aplicadores. En palabras de Óscar Ferrani, divulgador sexual y asesor de las tiendas Amantis, «cada temporada surge algún fabricante, nuevo o conocido, con propuestas diferentes en cuestión de formas, tamaños, grosor o formulación».

Por poner algunos ejemplos, Ferrani destaca  los «modelos de látex sin ingredientes de origen animal» o incluso «un modelo de nitrilo (alternativa al látex más resistente) que puede colocarse en el pene sin erección». De esta forma, ser vegano o tener problemas de erección a la hora de poner el preservativo ya no serían excusas válidas.

Resultan aún más llamativos los «preservativos en formato espray o los realizados con nuevos materiales como el grafeno», además de «los que pretenden cambiar de color al reaccionar con distintas ITS (infecciones de transmisión sexual)». Sin embargo, al igual que los condones autolubricantes, «todos estos modelos siguen en fase de creación y no han logrado pasar al mercado». Por ello, el experto insiste en que «tendremos que ver cómo evolucionan».

Preservativos autolubricantes

CONSEGUIR AUMENTAR SU USO

El objetivo final no es solo hacer del preservativo un método aún más efectivo, sino conseguir combatir todas las excusas que se ponen a la hora de usarlo: me corta el rollo, no siento lo mismo, es que hay que parar y se me baja…

Óscar Ferrani expone que «el margen de mejora se va estrechando al haber cada vez más modelos y formas singulares y, sobre todo, porque al existir cada vez más variedades disponibles, las excusas sobre adaptabilidad (me aprieta, se me mueve, no se adapta bien al glande…) o confort (nos pica, se calienta muy rápido) pierden fuerza y razón de ser si te tomas el tiempo de investigar en una tienda especializada».

En el caso concreto del condón autolubricante, «la experiencia con un preservativo masculino que se adapte perfectamente al pene, junto a una lubricación extra compatible con la sensibilidad de los implicados, es completamente distinta a la de utilizar el primero que encontremos sin añadir esa lubricación extra. Cuando los usuarios se dan cuenta de esto la visión que tienen del preservativo masculino cambia para bien».

«Otro factor importante es el de volver a erotizar el uso del preservativo como si fuera un accesorio erótico más y dejar de pensar que es un mal menor. Con un modelo realmente ajustado a cada necesidad, no se pierde sensibilidad, simplemente cambian los parámetros de la misma. Se trata de no conformarse con lo de siempre y atreverse a probar nuevos modelos hasta dar con el nuestro», concluye Ferrani.

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Patrick Thomas

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