Se cansó de que nadie recordara su aka. Piensa que no era tan difícil: 3501 (es decir, Jose escrito al revés y en leet speak). Por eso tiró de su nombre real: Jose Punzón. El ilustrador aprovechó el cambio de identidad para modificar también su estilo. Dejó el exceso de color y cogió más el lápiz.
Punzón expone su obra en la galería Watdafac, en Madrid, a partir del 18 de octubre y hasta el 3 de noviembre. El título de la muestra sale de un recuerdo. Una noche, en un parking de Los Ángeles, un tipo le dijo a otro: “No money, no chaka chaka”. El ilustrador lo escuchó y hoy trae la frase a escena para dar un título a su exposición.
Dice Punzón, nacido en Almería y madrileño desde los 7 años, que «los títulos de sus dibujos son tan importantes como las imágenes». Estos, por ejemplo: “Chee haciendo un ejercicio de introspección para alcanzar el peinado perfecto”, “La historia de la danza del vientre contada por él”, “El corte de digestión de la ardilla”…
El ilustrador cuenta que pidió a David Sánchez que escribiera un texto para presentar No money, no chaka chaka y el dibujante de cómic redactó esta historia.
“Conocí a Punzón en el estado Alfa. Estábamos allí los dos, intentando entrar en el Nivel Uno cuándo vimos pasar a ese tío con cara de cruasán:
– Me llamo Joaquín, —dijo mientras pasaba junto a nosotros, dejando un penetrante olor a pastelería.
– ¡¿Has visto eso? Joder ha sido increíble! —dije yo.
– Sí, en el Nivel Uno es todo increíble, pero lo que más me gusta son los zapatos.
Entonces bajé la vista y lo vi claro, allí estaban nuestros pies, reposando calentitos dentro de los zapatos de Mickey Mouse”.
