Putochinomaricรณn: cรณmo abofetear a posturistas, homรณfobos y racistas

Foto: Cora รlvarez
Foto: Cora รlvarez

ยซPuto chino maricรณn, la gente por la calle me llama asรญยป, lo canta Chenta Tsai, alias Putochinomaricรณn, en uno de sus vรญdeos de Instagram. Son unos cuantos segundos que resumen el estilo de un proyecto artรญstico desconcertante. Tsai reproduce โ€“con ternura de balada popโ€“ la voz de los espaรฑolitos que lo acusan de venir a robar el trabajo y le gritan que se vuelva a su paรญs.

ร‰l acepta el desprecio, dice que sรญ, que se va, pero sugiere que cojan sus maletas y se vayan con รฉl, y entonces dibuja un corazรณn en el aire juntando los dedos y dulcificando el gesto para, de pronto, sacar a cรกmara una lengua rรกpida, cรกustica, punkarra. Esa es la vocaciรณn de Tsai: zarandear a la gente, contrariarla.

https://www.instagram.com/p/BMUvApJjSTx/?taken-by=putochinomaricon

Difรญcil saber cรณmo reaccionar ante alguien que responde al nombre artรญstico Putochinomaricรณn. Chenta Tsai sigue la estrategia de apropiarse del insulto para neutralizarlo. Nos obliga a plantearnos si llamarlo de ese modo, pese a ser elecciรณn suya, resultarรก ofensivo o no. Hace que quedar reducidos a una etiqueta (la de racistas) no dependa de nuestra verdadera intenciรณn, sino de lo que somos: blancos, espaรฑoles.

Tsai nos mete, de golpe, en el estado de excepciรณn en que viven quienes sufren insultos cada dรญa por su procedenciaโ€ฆ De repente, entendemos la verdadera carga de veneno de racismo. Y consigue todo esto a travรฉs de unas parodias surrealistas.

Chenta Tsai ha estudiado violรญn en el conservatorio desde niรฑo. Ahora es un influencer en ciernes. Lleva solo un puรฑado de meses en el mundillo, pero sus videoclips acumulan decenas de miles de visualizaciones: Gente de mierda, Tรบ no eres activista, Tu puta vida nos da (un poco) igual o No tengo wifi. Son lo que parecen, bofetones sarcรกsticos a una sociedad exhibicionista de la que, sin embargo, es un orgulloso integrante.

ยซMi mรบsica es costumbrista porque es un reflejo de mi vida. Tengo un dรญa a dรญa aburrido, como el de cualquier otra persona que trabaja, limpia y ve maratones de Shin-chan cuando estรก con gripe y con fiebreยป, detalla Tsai, resfriado y bebiendo tรฉ con jengibre.

ยซEl dรญa a dรญa se puede elevar a una obra de arteยป, explica. Su trabajo arraiga en la cotidianidad mรกs domรฉstica y sosa. ยซSiempre compongo fregando los platosยป. Su intenciรณn es crear mรบsicas cantables en cualquier momento: himnos para esos martes o miรฉrcoles que no tienen nada de particulares.

putochinomaricรณn
Foto: Carlota Neris

ยซCuando me cabreo con la gente, canto Gente de mierda por la calle como un loco. A veces, me enfado y luego pienso, para quรฉ voy a enfadarme, voy a cantarโ€ฆ Quiero que mis canciones sean prรกcticas porque vivimos en tiempos de mucho enfado. Por eso son pegadizas, fรกcilesยป, resume.

Para รฉl, la mรบsica no sale del corazรณn, sino de los intestinos: ยซEscribo las canciones a travรฉs del cabreoยป. Descerraja frases como ยซque te sientes macho alfa y lo petas en el gym, que tu padre te comprรณ el Ferrari para presumir; tu puta vida nos da un poco igualยป.

La chispa para este tema se le prendiรณ mientras navegaba por Instagram: ยซMe pareciรณ todo muy pretencioso, el hecho de que tengamos que exponernos como gente perfecta cuando no lo somosยป. El armazรณn musical, algo saltarรญn, contrasta con el contenido: ยซQuise usar un tono infantil, me parecรญa muy irรณnico cantar una letra agresiva y que sonara como una canciรณn con palmadasยป.

La sofisticaciรณn de lo cutre

Tsai ensalza las virtudes de lo cutre. Usa en sus composiciones letras viejunas de WordArt, ventanas de versiones caducadas de Windows, colores chillones, objetos de decoraciรณn horterasโ€ฆ ยซQuerรญa coger la idea del arraigo de lo barato con lo chino porque me parecรญa pseudoracista a la par que gracioso. Estaba obsesionado con los bazares y su estรฉtica, como las pegatinas cutres que vendenยป, explica. Encuentra un universo creativamente estimulante en los almacenes chinos de Fuenlabrada. ยซMe gusta coger lo feo, lo kitsch, lo que molesta y dignificarloยป.

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Foto: Chenta Tsai

Este mรบsico diseรฑa escenografรญas de sartenes baratas, bustos de plรกstico, chรกndales, planchas o haces de espรกrragos; cosas que nunca se verรญan en las exhibiciones fotogrรกficas ideales y apasionadas de los usuarios de las redes. Pero รฉl expone todo eso en la pantalla sin motivo aparente. Aparecen ahรญ los espรกrragos, la sartรฉn o el logo de Mercadona o del Dรญa, y se sienten como intrusos o amenazas. Tsai parece empeรฑarse en recordar que por muchos filtros que uses o muchas sonrisas al horizonte que publiques, tu vida de verdad, la que te define, avanza mรกs con alpargatas que con zapatillas de marca.

En otro tema, El test de la Bravo y de la Superpop, crea un marco como de platรณ de teletienda montado en un trastero. La canciรณn, llena de piruetas electrรณnicas de videojuego antiguo, critica cรณmo este tipo de revistas etiquetan la personalidad de las adolescentes. Tsai se interpreta a sรญ mismo vaciado y sin alma; logra representar cรณmo las identidades que proponen estos test resultan, al final, mรกs propias de organismos unicelulares que de seres humanos.

Sus vรญdeos adoptan el lenguaje y los ritmos con que las redes sociales han ido transformando la actitud mental de los milenials. ยซMe encanta la rapidez, hablo en lenguaje rรกpido. Si antes una canciรณn de los Beatles podรญa tener tres minutos y medio, ahora, para que mantengamos una atenciรณn total, tienen que ser de dos minutos. Ojalรก mis conciertos fueran de 20 minutos. Me encantan los formatos cortos porque son muy straight to the pointยป, reflexiona Tsai, que mientras habla va arremangรกndose o estirรกndose las mangas a cada tanto, y a veces se queda con un brazo desnudo y el otro abrigado.

โ€˜Putochinomaricรณnโ€™ en realidad es taiwanรฉs

El artista naciรณ en Taiwรกn. Sus padres migraron a Espaรฑa cuando รฉl contaba apenas con seis meses. Hasta los cinco o seis aรฑos no se sintiรณ distinto a los demรกs. Le ocurriรณ al mudarse desde el barrio obrero de Vallecas hacia el norte de Madrid y al entrar en el colegio.

Su familia lo protegรญa con celo. ร‰l solo se relacionaba con otros asiรกticos debido a una suerte de complejo de intrusos que sus padres le transmitรญan: ยซSentรญan que habรญa peligro, que si nos metรญamos en el tejido urbanรญstico iba a haber problemas, que no nos iban a entender; mi padre me hacรญa ver que รฉramos inquilinos y estรกbamos, en parte, colonizando espacios que no nos pertenecรญanยป, recuerda. ยซLa primera vez que salรญ con amigos fue a los 16 aรฑosยป.

Sus padres le enseรฑaron la cautela y รฉl ha tomado ahora el camino contrario. ยซAl principio se creรญan que era striper, veรญan que llevaba guantes de lรกtex en la maleta y decรญan, este tรญo adรณnde va; supieron que me llamaba Putochinomaricรณn, que salรญa por la noche y ganaba dinero y se esperaban cualquier cosa. Luego me vieron en los medios y asumieron que parecรญa ser que hacรญa algo รบtilยป, relata.

Y era รบtil porque, a su entender, faltan referentes asiรกticos en la cultura espaรฑola. Su deseo es ocupar ese hueco: ยซSolo tenemos parodias. La gente prefiere a un chino gracioso diciendo cinco estupideces en la tele a alguien que diga realidades que escuecenยป.

Reconoce que el racismo estructural e institucional, el de los CIEโ€™s y las redadas, afecta menos a la poblaciรณn de origen asiรกtico (ยซsoy consciente de mis privilegios y los de la poblaciรณn china en ese sentidoยป); no obstante, sรญ se rebela ante la ridiculizaciรณn y la burla: ยซMe molesta cuando se nos exotiza, cuando sรณlo ven una imagen y nada mรกs allรกยป.

Ahora, comunica su homosexualidad y la defiende a travรฉs de sus canciones, pero no aceptรณ realmente su orientaciรณn hasta los 24 aรฑos. Una vez que lo hizo, quebrรณ de golpe todas sus resistencias, hasta el extremo de actuar en el Orgullo madrileรฑo impugnando la filosofรญa consumista y capitalista que, en su opiniรณn, ha neutralizado esa fiesta como vehรญculo de protesta. ยซMe tiraron un mรณvil a la entrepierna. Me doliรณ pero con orgullo. Me lo merecรญa, por puto chino maricรณn. Era un smartphone: fue muy simbรณlicoยป.

chentatsai
Fotos: Cora รlvarez Estilismo: Helena Soufi

por

Cora รlvarez

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