Blanco, inmaculado, futurista…Toda una generación ha vivido al calor de los primeros ordenadores previos a los PC. No hace tanto los ordenadores personales eran algo que uno veía en las películas estadounidenses como Juegos de Guerra y que, desde luego, quedaban muy lejos de nuestras manos. Sin embargo, algunos fabricantes optaron por ser los primeros en acercar la computación al común de los bolsillos, y sin duda Commodore supo cómo hacerlo.
Esta marca, con sus más de 17 millones de ordenadores vendidos, ostenta el correspondiente récord Guinness como el fabricante que más computadoras ha vendido de la historia. Y no es poco. Estamos en los años 80 y aquello parece recién aterrizado de un platillo volante. Sin embargo, hasta los mayores imperios caen y Commodore se declaró en bancarrota en 1994. Fue el fin de una marca legendaria que ha permanecido viva en nuestra memoria. Hasta hoy.
El retorno ha sido, cuando menos, inesperado, pero los devotos de esta firma, que no son pocos, han disfrutado como niños al descubrir que vuelve, aunque sea en forma de smartphone. Sí, dos emprendedores italianos han peleado a brazo partido en los tribunales por hacerse con la extinta marca y finalmente han registrado en el Reino Unido ‘Commodore Business Machines Limited’, según la revista PC.
Lo primero que uno hubiera pensado es que tras este registro, la sociedad creada comenzaría a fabricar ordenadores bajo esta marca, pero con un segmento en pleno declive, lo más apropiado era entrar en un mercado en eterno crecimiento. ¿Y cuál es? En efecto, el de los móviles. Esta pareja de emprendedores por fin ha anunciado al mundo la primera criatura de la firma: el PET, un smartphone Android con el que quieren consolidar el retorno de la marca.
El eterno peso de la nostalgia
Es fácil caer en la tentación de pensar que el nuevo PET (bautizado de esta manera en honor al ordenador de la casa que vio la luz en 1977) es un prodigio de avances tecnológicos o que llega con alguna función clave a este complejo mercado. Pero no. El dispositivo es un phablet con pantalla de 5,7 pulgadas, batería de 3.000 mAh, procesador octa-corea 1,7 GHz y cámara de 13 MP. Uno puede pensar:¿qué hay de nuevo? En realidad, funcionalmente, nada, pero la gran baza del equipo se encuentra en la nostalgia de la marca. Commodore dejó una huella demasiado profunda como para olvidarse, y estos emprendedores quieren seguir exprimiendo esta fuente sin fin. Y no cabe duda de que el diseño blanco y redondeado del equipo recuerda muchísimo al difunto ordenador que alegró la vida a millones de usuarios en su día.
En cualquier caso, otro elemento que sin duda ayuda es su precio: venderá en un número limitado de mercados por unos 300 dólares, una cifra que lo pone a tiro ante un mercado muy amplio.
Por el momento, España no se encuentra en el listado de mercados elegidos, pero los italianos, al hacerse con la marca, se garantizaron el acceso a 38 países, con lo que es de suponer que en un breve plazo de tiempo pueda adquirirse también en nuestro país.
Un simulador incorporado de juegos de la C64 y el logotipo de la marca en el lomo harán el resto. En la siguiente cena con los amigos, entre los iPhone y Galaxy, un nuevo equipo brillará sobre la mesa. «Un momento, ¿qué móvil es ese?», preguntarán aturdidos. «Un Commodore», responderemos satisfechos.