Es rosa, pequeño y un poco raro. Pero en su aparente sencillez hay infinitas capas de significado. Así describe este libro Amaia Arrazola después de dibujarlo.
Es, además, un micropoemario ilustrado que, a veces, está escrito en cascada. Lo ve así Mª Isabel Sánchez Vegara después de escribirlo.
Sin bragas en el cajón habla de «historias de desamor que dan tanta pena que al final dan risa». Es lo que acabó sintiendo la autora cuando dejó de notar ese agujero amoroso.
Cuando, como dice en un poema, se quitó la venda y se le cayeron los ojos. Entonces empezó a reírse de «lo cutre que puede llegar a ser el amor».
Hola, se consigue en Buenos Aires?
Se consigue en Argentina??
Cuando te asomas a la ventana, no tomas el sol, lo das