Los anuncios de este verano no quieren convencerte con ideas, prefieren taladrarte con canciones. Pegarse a tu córtex auditivo como una lapa con autotune. Jingles rítmicos, frases que no puedes dejar de repetir y melodías que suenan mejor bajo el agua. ¿El objetivo? Que las cantes sin querer. ¿El resultado? Una banda sonora estival que querrás olvidar… pero no podrás.
La Fanta de Lola Índigo y el pop de fórmula
Fanta ha reclutado a Lola Índigo para entonar Wanta, un tema diseñado en laboratorio para la generación TikTok. Sonido azucarado, estética de videoclip y un ejército de influencers (ElRubius, IlloJuan, Marina Rivers) a modo de coristas digitales. Es la campaña perfecta si lo que quieres es no poder quitártela de la cabeza, aunque te la laves con Fairy.
Don Simón, si hay nostalgia, nos quedamos
No hay canción nueva, pero sí hay revival. El spot veraniego de Don Simón resucita su mítico ¡Si hay Don Simón, nos quedamos! con estética ochentera, colores imposibles y mucho VHS mental. El jingle no cambia, pero ahora se baila con ironía.
Holded, contabilidad salsera
¿Qué puede tener de sexy la facturación electrónica? Nada, hasta que alguien le mete ritmo caribeño y convierte Veri verifactu, very very good with Holded en un estribillo tropical. Lo odias. Lo cantas. Bienvenidos al infierno del jingle con son cubano.
Estrella Damm, el indie melancólico se cuela en tu terraza
Frente al ruido, Estrella Damm se pone seria. Lo mismo de siempre es una pieza veraniega emocional con una versión de Belle and Sebastian interpretada por Rita Payés y Josep Montero (Oques Grasses). El Mediterráneo suena mejor cuando no intenta sonar moderno. Aquí hay música de verdad.
Midea, bochorno rimado
El anuncio del aire acondicionado Midea parece escrito en una servilleta. Sentir un bochorno infinito / o dormir por la noche fresquito. No hay metáfora, ni necesidad. El jingle es tan simple que funciona como un mantra. Pegadizo como el calor que intenta combatir.
Ecoembes, reciclaje con ketchup revival
Las Ketchup vuelven con una campaña para Ecoembes. No, no es broma. Con una versión reciclada de sí mismas, invitan a separar residuos con el mismo tono que un verano del 2002. Es un delirio retromilenial que funciona como homenaje y como meme.
La Española, jazz para la aceituna
Una aceituna como ninguna, ahora con swing. La marca ha modernizado su histórico jingle con una versión jazzística que pone cara a los músicos y alma al aperitivo. En plena era del autotune, esto suena a autenticidad y vermut. Y se agradece.
Ponche Caballero, sobremesa remix con La Húngara
Ponche Caballero se ha unido a La Húngara para versionar su jingle con aires aflamencados. La campaña, 100% digital, va a cazar al público joven desde las sobremesas andaluzas hasta Spotify. ¿La botella? Sigue siendo plateada. ¿El jingle? Más pegajoso que el azúcar glass.
SEAT, coches contentos y romances de agosto
SEAT ha lanzado una campaña que es puro verano: Un verano más, lo tuyo con un SEAT puede ser para siempre. La marca convierte sus coches de alquiler en potenciales historias de amor duradero. El anuncio viene con un videoclip y una canción veraniega pegadiza que habla de lo felices que se ponen los coches cuando los alquilas en vacaciones. Suena mejor de lo que parece. Y funciona.
Conclusiones
1.- El ruido funciona y el verano 2025 confirma que la música en publicidad no siempre busca ser buena, sino ser recordada. Y si puede provocar rechazo, mejor, porque el odio melódico también fideliza.
2.- El verano en España no empieza oficialmente hasta que una marca nos obliga a tararear lo que no queremos.
3.- En la era de los algoritmos y los estribillos virales, el jingle malo es el nuevo hit. Lo cantas. Te enfada. Lo vuelves a cantar. Misión cumplida,