Stefano Rodotà: “Hay que oponerse a ser perfilado por razones de mercado o por poderes políticos”

27 de agosto de 2012
27 de agosto de 2012
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“Antes eras lo que decías que eras. Ahora eres lo que Google dice que eres”. Las reglas del juego han cambiado. Lo explica Stefano Rodotà. El jurista considera que “internet ha desestructurado a la persona misma y ahora se mueve en una dimensión global”. Esto trae una pieza clave al tablero de juego: la privacidad.

El asunto no es nuevo. Lo anunciaron hace tiempo. “En los años 90 el administrador de Sun Microsystems dijo: Ustedes tienen privacidad cero”, apuntó el político en el Foro Social del festival Rototom. Hace dos años, directamente, la destrozaron. “Mark Zuckerberg dijo que la privacidad está superada”. Pero la afirmación había ido demasiado lejos. “Muchas personas protestaron e incluso hubo una reacción dentro de Facebook”.

Este azote a la privacidad lleva tiempo teniendo consecuencias. “Muchos empresarios, en muchos países, han tenido pleitos por informaciones que se han visto en la Red”, comentó. “La privacidad es un tema capital”.

El que recibiera el premio International Privacy Campion Award en 2009 no tiene dudas. Está convencido de que el acceso a internet debe ser un derecho constitucional. Así lo propuso en su país, Italia, aunque por el momento la propuesta no ha entrado en la Constitución. En Finlandia, en cambio, desde 2010 es un derecho constitucional.

Rodotà, además, alertó de los giros peligrosos que puede tomar internet si se produce un exceso de intervención por parte de los gobiernos y los grupos de presión. “La Red ha sido un gran instrumento de igualdad aunque ahora hay muchas desigualdades. La posibilidad que ofrece de colaborar y compartir es un hito único en la historia del mundo. Internet es también el mayor depósito de conocimiento de la Historia. Pero muchas investigaciones muestran que se está produciendo una explotación del trabajo individual y colectivo en la Red. Esto puede devenir en una explotación y un control de las personas. Puede ayudar a que se vaya jurídicamente contra los individuos y puede ayudar a que ciertas personas sean identificadas. Puede ir, por ejemplo, contra los disidentes políticos. Esto supone, en definitiva, un riesgo de agresión por parte de los poderes”.

Este afán de controlar se materializa claramente en ACTA. Esta normativa “ha sido impulsada por grandes empresas” pero, por el momento, no ha calado en Europa. “Hace un mes lo rechazó el Parlamento Europeo”.

El jurista enfatizó sobre la “necesidad de anonimato” de muchos ciudadanos. “Por ejemplo, otra vez, los disidentes políticos”. “Tenemos que trabajar por la defensa de derechos fundamentales como la privacidad. Hay que oponerse a ser perfilado por razones de mercado o por poderes políticos. Hay que silenciar el chip”.

En esta transición de la “vieja a la nueva tecnología” los individuos “comunican cada vez más y dan cada vez más información”. Pero Rodotà insistió en que todo el mundo ha de decir: “Yo soy la persona que puede controlar mi vida”. Y, además, debe respaldarse con una “protección pública de la privacidad y la protección ante la prepotencia del mercado. Las personas han de tener el derecho a no ser seguidos en su navegación por la Red. Google, Facebook, Apple… son mucho más poderosos que los individuos. Les dan servicio a cambio de que les den información. Por eso los poderes públicos han de dar protección a las personas”.

Stefano Rodotà recordó en Rototom que “internet no olvida nada”. Sin embargo, “algunas informaciones deben desaparecer de la Red”.

Imagen de Adriano Agulló, reproducida bajo licencia CC.

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