Raúl Oliván es un tipo que quiere tener seguidores en Twitter, pero que quizá se quede sin ellos. Se ha sacado un rato de vacaciones para hacer un juego de mesa sarcástico contra las redes sociales. Bueno, más que contra las redes sociales contra Twitter. Bueno, mejor que contra Twitter, contra algunas de las prácticas que se tienen en ese entorno. Y digo que se puede quedar sin seguidores porque, leyendo las casillas de su particular versión del Juego de la Oca 2.0 hay pocos que salgan indemnes. Como le lea @masaenfurecida…
El post de su blog donde ofrece el juego ha sido tuiteado unas 350 veces y más de 50 lo han compartido en Facebook. En él puedes encontrar dos versiones para descargarte libremente: un PDF normal, o uno en alta calidad con fuentes incrustadas. ¿De qué va? Es una versión actualizada de la Oca, con casillas relacionadas con las malas prácticas en Twitter. ¿Algunos ejemplos?
Eres un puto huevo. Tranquilo, no pasa nada porque ahora mismo la gente pasa de ti. Sencillamente no existes
Lo cierto es que no sabes una mierda de inglés, pero decides seguir a Financial Times y lo más cojonudo es que le haces dos o tres RTs a la semana
No sabes cómo lo has hecho, pero has llegado a la cima ¡Te llaman para dar una puta conferencia! Es el APA del cole de tu sobrino, pero tú hablarás de diálogos y estrategias. Di que sí
Raúl ahora mismo intenta sacar tiempo libre en su ajetreada vida de tuit-star. Puede, incluso, que le inviten a la próxima edición de OjeteTweets. Pese a ello hemos conseguido que se hiciera un hueco para nosotros, mandarle un mail con preguntas y que nos las responda. Imagina si, encima, tuitea esta historia cuando se publique. En Yorokobu le daremos a ‘favorito’ para atesorar ese recuerdo para siempre. Será como estar en la T4 del social mierda, o algo así.
Nota: A quien se ve que no les ha hecho tanta gracia es a los de Menéame: sólo le han dado nueve votos. O eso, o todos están de vacaciones.
¿Qué te ha llevado a invertir unas cuantas horas en hacer el juego? ¿Es por amor al arte o parte de una campaña?
La historia es que abrí mi blog hace unos días y por más que la daba al F5 no subía el maldito número de visitas. La depresión fue definitiva cuando mi chica me dijo que probablemente el 50% de las pocas visitas que tenía las había generado yo mismo entrando y saliendo. «Esto de internet es una puta mierda», me dije. El mundo entero se estaba perdiendo mis maravillosos post y preferían hablar del eccehomo de los cojones. No habían pasado ni dos días y seguía estancado con las visitas. Entonces lo hice: perdí el culo y le puse un tuit a un gurú planetario para que me dijera qué le parecía el blog. Naturalmente pasó de mí como de la mierda. –»¡Os vais a enterar!»-
Más en serio, lo cierto es que trabajo como Director de Zaragoza Activa y llevo unos días de vacaciones, así que he podido dar rienda suelta al creativo publicitario que llevo dentro y que normalmente anda empantanado en los líos propios de un Ayuntamiento.
Así que no hay más campaña que la de convertir el blog en una referencia planetaria 😉 Y efectivamente es por amor al arte.
Presupongo que te habrá costado unas cuantas horas: ¿cuántas más o menos?
La verdad es que me encané tanto que lo hice casi del tirón en un día. Me costó más tiempo maquetarlo que pensarlo. Las casillas del juego son una colección de tópicos muy aproximada a la realidad que todos vemos a diario en Twitter. Y os confieso que casi me dio pena que no tuviera más espacio. Me faltó «caquita nivel 6», por ejemplo «cuando escribes ‘Haber si gana Nadal’ »
¿Hay demasiada cancamusa y demasiado meapilas en Twitter?
Hay mogollón, como en la vida misma. La diferencia es que en la calle pasas de ellos y aquí les haces Follow Friday. Se practica demasiado el «yo te la como, tú me la comes» y resulta bastante cansino. Hay mucha gente interesante pero lo cierto es que también prosperan demasiadas personas que están vacías. Os recomiendo la lectura de ‘Gurús de la nada‘, de David Martínez.
Oye pero, si criticas a los gurús y te ríes de ellos… ¿no te conviertes en gurú por contagio?
¿Os he comentado ya que esto lo hago para sólo para ganar followers y subir mi klout?
¿A qué cuatro gurús pondrías a jugar a tu juego?
¡Buena va! Me voy a mojar porque detesto a los neutrales. Primero dos que respeto y me caen bien: Ignacio Escolar que es un tipo inteligente y que utiliza su perfil en las redes para practicar un periodismo comprometido, y por otra parte César Calderón, que habla con conocimiento de causa sobre participación y gobiernos abiertos. Y segundo lugar –tirando a dar- a Enrique Dans que lo mismo se presenta a una manifestación del 15M como te sale con un comentario ultraliberal, y otro al que no aguanto es Pedro Jota, el director de El Mundo, que es capaz de mentirle a su abuela si de vender periódicos se trata.
¿Cómo distinguimos a un ‘vendehumos’ de alguien que de verdad aporta contenido interesante en la Red?
Lo primero es que hay que tener formación de lo que se habla. Un community manager, por ejemplo, debe ser experto en marketing y comunicación. Las cosas están tan mal en el mercado de trabajo que cualquiera que ha aprendido a hacer retuit y un hashtag es ya un CM, y eso no debería ser así. Y lo segundo es tener experiencia real. ¿Cuántas veces habéis visto a alguien con unas diapositivas de un caso de éxito que ha encontrado en internet? La gente sabe realmente de lo que habla cuando ha vivido una experiencia personal de cerca.
Trendsetter, social media manager, CEO, SEO, SEM, ROI, head-hunter, community manager, coaching, business angel, troll, troll face, meme, hype, hipster, content curator… ¿nos hemos vuelto un poco tontos?
Mogollón. No, en serio… Mogollón.