Dennis Moya es un diseñador gráfico suizo responsable de Swissposters, una cuenta de Instagram en la que muestra las fotografías de los carteles que encuentra por las calles de su ciudad.
De todos es conocido el exacto funcionamiento de los relojes suizos. Una eficacia que se puede hacer extensiva a los habitantes de la Confederación Helvética o, al menos, a Dennis Moya, responsable de la web ligature.ch y de la editorial del mismo nombre, todo ello, además de su trabajo en el estudio Swiss Typefaces.
Mientras que para cualquier otra persona gestionar una agenda como esa sería prácticamente imposible, Moya decidió poner en marcha en 2015 un proyecto más: Swissposters.
«Un día publiqué en la cuenta de Instagram de Ligature.ch fotos que había tomado de carteles que encontraba por la calle o en las estaciones de tren. Se trataba de trabajos de Norm, Ludovic Balland y Gavillet & Cie. Tuvo muy buena aceptación y decidí crear una plataforma solo para esos materiales, con la intención de mostrar qué es el diseño gráfico suizo actual y qué relación tiene con el diseño suizo del pasado», explica el propio Moya.
Resulta asombroso comprobar cómo un territorio tan pequeño como Suiza ha sido capaz de desarrollar un lenguaje gráfico con características particulares. Además, no solo no ha sucumbido a la influencia de tradiciones como la anglosajona, sino que ha inspirado la gráfica de otros estudios y profesionales procedentes de Italia, Estados Unidos, Francia, Alemania e Inglaterra.
«Creo que la razón está en nuestra capacidad para jugar con la tipografía, con las imágenes y con las formas. Una habilidad que se remonta a diferentes momentos de nuestra herencia gráfica, de nuestra tipografía, de los movimientos artísticos que han surgido en el país y de las personas que han vivido y trabajado en Suiza desde la Segunda Guerra Mundial hasta principios de 2000».
En opinión de Dennis Moya, esa calidad e influencia del diseño suizo se mantiene en la actualidad y es algo con lo que los habitantes del lugar conviven de forma cotidiana sin apenas reparar en ello porque forma parte de su paisaje urbano.
«La escena actual es muy potente. De hecho, una de las razones por las que monté el proyecto fue para mostrar al mundo qué es lo que se está haciendo el diseño suizo actual y qué es lo que vemos en los espacios públicos cada día».
Una de las cosas que llaman la atención de las fotografías de Moya es, además del buen diseño de los carteles, la exquisita educación de los suizos. Ninguno de los trabajos documentados muestra la más mínima señal de vandalismo.
«Bueno, eso no es realmente así», indica. «La realidad es que no subo pósteres que estén en mal estado o deteriorados salvo que haya un interés expreso en ello. Te aseguro que como en cualquier otro lugar, aquí también hay vandalismo».
¿Quién no ha arrancado la esquina de un cartel mientras caminaba por la calle, no ya por vandalismo sino por mero aburrimiento? Ese hecho tan habitual, sin embargo, puede ser algo del pasado debido a los nuevos formatos digitales que amenazan al póster en papel.
«No creo que el cartel en papel acabe totalmente reemplazado por el formato digital. No veo el futuro, pero creo que dentro de unos años, seguirá habiendo carteles en papel e incluso los medios digitales no se limitarán a reproducir una imagen y un texto, sino que tendrán realidad aumentada y otros avances. En todo caso, incluso esos nuevos formatos y soluciones deberán ser pensados desde el comienzo como un proyecto de comunicación, es decir, de la misma forma en que se concibe hoy un cartel».
Después de documentar más de 200 carteles y superar los 130.000 seguidores, Dennis Moya empieza a plantearse que Swissposters podría saltar de Instagram a otros medios o formatos. ¿Tal vez una exposición? ¿Tal vez uno de los libros de Ligature.ch?
«Sí, tengo varias ideas al respecto, pero ya hablaremos de ellas a su debido tiempo».