Quejarse es muy español, pero no tanto proponer soluciones. Para los que están hartos de los emoticonos, que ya no bastan para auxiliar a las palabras cuando se quedan cortas de elocuencia;
233 grados centígrados. O, lo que es lo mismo, 451 grados Fahrenheit. Es la temperatura necesaria para que arda el papel, sin importar su contenido o quién esté detrás del fuego. Aunque
El día que Terry Grandchester se enamoró de Candy Candy no podía ni imaginar que una editorial española llamada Fulgencio Pimentel acabara rindiendo tributo a su centelleante cabellera. El brandy de Jerez
Es difícil tener fe en la frontera entre México y Estados Unidos. La de los inmigrantes que buscan el norte se desvanece cuando los secuestran los narcotraficantes, cuando dejan a sus familias,
Es 1947 desde la página 4. El abuelo sube a un barco rumbo a tierras desconocidas. Rumbo al fin del Imperio belga. Entonces no es aún abuelo. Es Arsène Schrauwen y viaja
El mito tiene alma de chicle. Puede estirarse hasta el infinito y cambiar de forma hasta la extenuación. Las leyendas y relatos de vampiros llevan siglos decorando noches de terror. Y aún
♪ Nuestro amor es infinito Como el feed de Twitter ♫ El tema se titula My love is trending for you y lo interpreta una pop star (la rubia de arriba) que
En aquella Inglaterra las palabras tenían más autoridad que los dibujos. Los escritos encontraban imprenta con cierta facilidad. Para las ilustraciones era más difícil. Las historias contadas en viñetas eran consideradas relatos
En algún momento, Marco Avilés y Daniel Silva fueron periodistas freelancers. Y como tal, sufrieron las consecuencias de dicha elección. Los medios pagaban muy poco, los espacios para contar las historias que
La literatura en dibujos viajaba en segunda clase. La consideraban un género menor y nadie le contaba teorías filosóficas ni grandes capítulos de la Historia para que las ilustrara. Lo habitual era