En Japón, Corea del Sur o Estados Unidos, algunos visitantes de la exposición Tapas. Spanish design for food no conseguían adivinar la utilidad del extraño artilugio que les daba la bienvenida. Entonces, el guía les explicaba que, una vez desplegado, los pinchos servían para encajar una pata de jamón para que pudiera ser cortada más fácilmente. La anécdota la contó Juli Capella, el comisario de la exposición, que permanecerá hasta el 19 de julio en la Central de Diseño (DIMAD) de Matadero Madrid. Después, esta recopilación de curiosidades en torno a la comida española viajará a otros destinos, como Lisboa u Oporto.
A los visitantes españoles quizá no les sorprenda el jamonero o la explicación de que las tapas se llaman así porque tradicionalmente se usaba una rebanada de pan para tapar la bebida y que no entraran en ella moscas u otros elementos extraños. «’Tapa’ es una palabra internacional que no hace falta traducir. Define la comida española y lanza un mensaje social: el de compartir», explica Capella, que considera que la cocina «es algo creativo, muy ligado a la improvisación».
Mesa-futbolín RS#2 Dinning Table
La muestra está dividida en tres grandes temáticas: la cocina, la mesa y la comida.
La primera, dedicada a los instrumentos con los que el ser humano transforma los alimentos, recuerda que el diseño está presente desde las fases más elementales de la cocina. «Para alimentarse no hace falta el diseño. Puedes coger una manzana de un árbol y comerla. Es la gastronomía la que implica diseño: si coges una patata, con algo tienes que pelarla y cocinarla». A eso se añade que cocinar es algo que hacemos cientos de miles de veces en la vida, por lo que buscamos que nos dé placer. Los chefs han encontrado apoyo en los diseñadores para hacer esa tarea cada vez más interesante. Un ejemplo de ello es la plancha para cocina Fakircook, que tiene pinchos para que la carne se haga desde dentro. Pero no hace falta llegar a las impresoras 3D para comida: el diseño también estaba presente en el exprimidor de naranjas Braun que tenían nuestras madres y nuestras abuelas en casa, e incluso en el utensilio de madera más básico.
Plancha Fakircook
En la segunda parte, destinada a la mesa, el visitante descubre todo el atrezzo que acompaña a la gastronomía. «La decoración tiene que ver con el simbolismo y representa un estatus social», explica el comisario de la exposición. Por eso no es lo mismo servir un alimento de una forma que de otra. Una de las cucharas de El Bulli Collection incorpora una pinza que permite acercar un elemento a la nariz del comensal (por ejemplo, una hierba) para que este lo huela al tiempo que degusta el contenido de la cuchara. Aquí, el diseño no solo trabaja lo que recibimos a través de la vista, sino que enriquece la experiencia sensorial completa que supone comer.
Cuchara con pinza de El Bulli Collection
Muchas de las soluciones que hemos echado de menos en algún momento existen. Es el caso de los platos para comer de pie Tast, Sacha o Bocados, que incluyen una sujeción para copas; o de los palillos «occidentalizados» Twin One, que supondrán un alivio para muchos ya que por el otro lado tienen un cuchillo y un tenedor. La exposición sorprende con objetos arriesgados como La Cool Vie Bohème, una mesa de medidas imposibles «para enamorados mileuristas»; o delicados como la taza Tímida, que «esconde la manita».
Mesa La Cool Vie Bohème
Taza Tímida
En la parte dedicada a la comida, encontramos desde el diseño de Enric Bernat para Chupa-Chups (que tiene su plaza en la exposición permanente del Moma de Nueva York) hasta las tapas españolas más típicas: tortilla de patata, banderillas, boquerones e incluso paella.
La exposición también presenta propuestas con un trasfondo ecológico, solidario o social. Es el caso de la tabla para cortar pan Migas-Pájaros, de Curro Claret, que transporta por un tubo las migas que caen al cortar pan y las lleva a un comedero de pájaros libres situado en el exterior, o de Vinculum, un sistema de identificación para invidentes de tetrabriks y latas.
Tabla para cortar pan Migas-Pájaros
Los ojos del visitante van de la curiosa mancerina, una pieza tradicional muy peculiar usada para servir chocolate, a los instrumentos futuristas utilizados para la cocción a alta temperatura, y entonces no le cabe duda: «Esta exposición es de diseño».
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TAPAS. Spanish Design for Food
Del 21 de mayo al 19 de julio de 2015
Central de Diseño / DIMAD de Matadero Madrid
Entrada libre
Coporrón