Podrรญa ser el argumento de una novela de Philip K. Dick. Pero no es ficciรณn. Es real. Todas las noches, en Corea, varios jรณvenes se sientan a cenar, en su casa, la misma cantidad de platos que servirรญan a una legiรณn de hambrientos. Enchufan su cรกmara web y, al otro lado, hay miles de individuos esperando ver el atracรณn.
Este show casero tiene nombre: mukbang, un tรฉrmino que une las palabras ยซmuk-jaยป (comer) y ยซbang-songยป (retransmitir). El fenรณmeno empezรณ hace mรกs de dos aรฑos y continรบa siendo una de las aficiones de muchos coreanos a la hora de cenar.
En la web Afreeca TV hay cientos de canales personales y, entre ellos, varios estรกn dedicados a esta exhibiciรณn gastronรณmica. Y con bastante รฉxito. Lo que puede parecer una rareza ante los ojos occidentales tiene sus razones en la sociedad coreana.
Una de las estrellas mรกs conocidas del mukbang, La Diva, explicaba a una entrevista con la CNN que hay varios motivos detrรกs de esta aficiรณn. En Corea cada vez viven mรกs personas solas y, cada noche, cenan tambiรฉn solas. La comida es un acto social en ese paรญs y, por eso, no es tan raro que si alguien estรฉ cenando solo en casa, busque un acompaรฑante en internet. Estar conectado es lo habitual. Corea es el paรญs del mundo con la mayor penetraciรณn de internet.
Dicen tambiรฉn que muchas personas a dieta, sobre todo mujeres, calman sus ansias de comer viendo a otros individuos atiborrรกndose. Incluso muchos se conectan desde el hospital para llevar su mente lejos de los platos aburridรญsimos que les llevan las enfermeras.
Pero el mukbang, ademรกs, es un negocio y un nuevo oficio en una nueva sociedad hiperconectada. Los mรกs populares ganan un buen sueldo con su glotonerรญa. La Diva revelรณ a la CNN que ganaba unos 9.000 dรณlares al mes.
La emisiรณn de las cenas es abierta y gratuita, pero los espectadores de estos canales pueden hacer donativos. Desde su ordenador pueden dar โstar balloonsโ a la persona que estรกn viendo y estos reconocimientos se convertirรกn despuรฉs en dinero que les pagarรก Afreeca TV.
De esa cantidad, La Diva empleaba unos 3.000 dรณlares en comprar comida para sus siguientes shows. Unas veces ella cocinaba los platos y otras, los compraba. Las marcas, como siempre, han visto el chollo y se han metido en algunas de estas emisiones en forma de patrocinios.
La BBC estuvo recientemente con uno de ellos y contรณ la emisiรณn de una noche. Estas performances duran varias horas. Desde que el exhibicionista gastronรณmico presenta lo que va a comer hasta dos o tres horas despuรฉs de haberse puesto morado. La conversaciรณn entre ese individuo y los que miran se produce en un chat room privado y, ademรกs, asรญ, dicen que muestran que despuรฉs de comer no se van a vomitar los kilos de comida ingerido. Muchos de ellos presumen de sus estรณmagos de acero y de su metabolismo animal.
En este โoficioโ, ser mujer y ser joven puede suponer un plus de popularidad. Pero hay profesionales del mukbang de todos los perfiles. El joven Lee Chang-hyun dijo a la BBC que esto no es solo un negocio. Tambiรฉn es un gran entretenimiento. ยซYo salgo a menudo con mis espectadores. En cierto modo, es una promesa, un pacto que tengo con ellos. Me lo paso muy bien con ellos y por eso no lo considero un trabajoยป.
ยฟTe pondrรญas a cenar ante una cรกmara web para que te vieran miles de personas? Los coreanos, sรญ, y ganan dinero con ello

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