Los formidables ordenadores cuánticos se llevan casi todos los titulares, pero España también está sabiendo competir en sensores implantados en diamantes diminutos para prevenir enfermedades o en dispositivos que redoblan la privacidad de las comunicaciones.
Javier Prior, emprendedor y profesor de la Universidad de Murcia, explica la que puede ser una innovación con grandes consecuencias en la medicina preventiva. «Lo que hemos conseguido en nuestro laboratorio —dice— es introducir una impureza en un diamante diminuto y hacer que esa impureza nos dé información sobre el lugar (por ejemplo, un tejido o fluido humano) donde implantamos el diamante».