Mateusz Urbanowicz sabía que el tema elegido para representar Tokio no era precisamente original. El ilustrador polaco quería mostrar la continua mezcla entre tradición y modernidad que destila cada rincón de la capital japonesa, pero temía que por lo trillada que estaba la temática, su ilustración resultase «barata» a la vista de otros. Sabía que tenía que currárselo.
Recordó la impresión que le causó la Tokyo Skytree durante su primer paseo por Asakusa por lo que volvió a poner rumbo al popular barrio. El calor apretaba y la luz del sol no ayudaba a dar con la imagen que buscaba. Hasta que por fin la encontró. En una pequeña calle de edificios bajos situada frente a la gran torre, una señora mayor regaba las plantas mientras un niño (¿su nieto?) jugaba detrás de ella. Una metáfora humana de lo nuevo y lo viejo servida en bandeja para Urbanowicz.
El ilustrador había conseguido su propósito. Su ilustración fue seleccionada para la portada de The Tokyoiter. ¿Para qué número de la revista? Eso es lo de menos puesto que la publicación en realidad no existe.
The Tokyoiter solo son portadas. Con ellas, David Roberts, Eto Tatsushi y Andrew Joyce, tres «fanáticos» de la ilustración y el dibujo, pretenden rendir homenaje a la ciudad en la que residen: Tokio.
La manera elegida es otro tributo esta vez a una publicación «real» y mítica como The New Yorker. «Esperamos que cada pieza sea un testimonio de lo que hace de Tokio un lugar tan fascinante para vivir y experimentar. Estamos seguros de que con este guiño a la portada de la publicación neoyorquina, y también a The Parisianer, podemos homenajear a la ilustración, la caricatura, el dibujo, el diseño, la creatividad … y a Tokio».
Casi una treintena de artistas locales y foráneos que han residido o lo siguen haciendo en Tokio han participado ya en The Tokyoiter. Sus creadores se muestran tajantes cuando se les pregunta si el proyecto irá más allá: «No. Ya existen un montón de revistas sobre Tokio mejores de lo que nosotros podamos a llegar a hacer jamás. Así que no, The Tokyoiter nunca llegará a ser una revista, al menos no una convencional».
Me encantó la portada del skater con la Tour Eiffel atrás y se la envié a mi hija.
La idea es muy bella y la nota también.
gracias.
No es la Torre Eiffel sino la Torre de Tokio, inspirada en aquélla…