El curioso caso de las preguntas-respuesta

En ortografía y gramática, a veces es peligroso limitarse a recordar una regla rotunda y emplearla a rajatabla sin tener en cuenta la semántica de las frases o las excepciones.

La regla general dice que las palabras como qué, cuándo, cuánto o cómo llevan tilde cuando encabezan una oración interrogativa o exclamativa y no deben llevarla cuando se encuentran en una enunciativa. Ya sabéis:

—¿Qué te ha dicho?

Que podemos enviar ya las invitaciones.

 Pero hay dos casos en los que no hay que escribir esa tilde.

Caso 1: Interrogaciones que solo abarcan parte de la frase

El primer caso se da si la pregunta no abarca la oración completa, sino solo una parte de la misma. En ese caso, es un error tanto poner tilde en la parte enunciativa como incluir esa parte dentro de los signos de interrogación:

¿Cuándo recibamos las modificaciones debemos enviar el documento final al cliente?*

¿Cuando recibamos las modificaciones debemos enviar el documento final al cliente?*

Aunque parezca descabellado, ese fallo se comete con bastante frecuencia. Los signos solo deben enmarcar la parte interrogativa de la frase, y no la introducción enunciativa «cuando recibamos las modificaciones», así:

 Cuando recibamos las modificaciones, ¿debemos enviar documento final al cliente?

 Caso 2: Respuestas «disfrazadas» de preguntas

En el segundo caso, esos pronombres (qué, cómo, cuándo, cuánto…) no deben llevar tilde porque son átonos a pesar de estar enmarcados por signos de interrogación o exclamación. Supone una excepción a la regla referida al principio. Son casos como el de esta frase:

¿Cuándo debemos enviar el documento final al cliente? ¿Cuando recibamos las modificaciones?

Como veis, la primera de las frases es una pregunta normal encabezada por la palabra «cuándo» y debe tildarse. Sin embargo, en la segunda pregunta, el «cuando» es átono. Se refiere, en realidad, a una posible respuesta que el emisor plantea como una opción.

Como «truco» para distinguir estos casos, podéis probar a sustituir el pronombre en cuestión por otras locuciones como «en el momento en el que», y la frase seguirá teniendo sentido (lo cual no ocurre en el caso de preguntas tónicas): ¿Cuándo debemos enviar el documento final al cliente? ¿En el momento en el que recibamos las modificaciones?

Otra forma de detectar que el pronombre es átono es comprobar que la respuesta a esa pregunta no podría comenzar por un «cuando» (como ocurre con las respuestas a las preguntas «normales») sino por un «sí» o un «no»:

—¿Cuándo iremos a París?

Cuando tengamos dinero.

—¿Cuando tengamos dinero?

Sí.

Resumiendo, sí se acentúan las preguntas habituales:

¿Qué quieres de beber?

¿Cómo te dijo que lo hiciera?

¿Cuándo van a volver de su viaje?

¿Por qué no le dijiste lo que pensabas?

Pero no se acentúan las interrogaciones que en realidad plantean una opción de respuesta:

¿Qué es lo que más deseas en este mundo? ¿Que tu hijo regrese sano y salvo?

¿Cómo prefieres que lo haga? ¿Como a mí me parezca?

¿Cuándo enviamos el documento? ¿Cuando recibamos las modificaciones?

¿Por qué no le dijiste lo que pensabas? ¿Porque te daba vergüenza?

Por lo tanto, son incorrectas las siguientes frases:

¿Qué es lo que más deseas en este mundo? ¿Qué tu hijo regrese sano y salvo?*

¿Cómo prefieres que lo haga? ¿Cómo a mí me parezca?*

¿Cuándo enviamos el documento? ¿Cuándo recibamos las modificaciones?*

Exclamaciones sin tilde

También hay ejemplos de exclamaciones sin tilde:

¡Que no sé controlarme! ¿Cómo se atreve a decirme eso?

¡Como lo oyes! Me lo dijo con esas palabras.

Son aquellas en las que los pronombres no son tónicos. Si pusiéramos tilde, la primera frase no tendría sentido, y la segunda significaría «¿De qué manera lo oyes?», que es una frase correcta pero con un significado diferente al buscado en este ejemplo.

Las exclamaciones cuyos pronombres llevan tilde, las más frecuentes, son las que expresan admiración o sorpresa sobre una medida de cantidad o calidad:

¡Qué grande!

¡Cuánta gente!

¡Cómo hemos cambiado!

Pronombres tildados en preguntas indirectas

En el extremo opuesto, hay frases que no llevan interrogaciones ni exclamaciones pero  cuyos pronombres sí deben llevar tilde. Se trata de preguntas o exclamaciones indirectas:

Ya me dirás cuándo quieres que quedemos.

En el documento especificamos cómo había que programar esa parte.

Es incorrecto escribir una pregunta o exclamación indirecta sin su tilde correspondiente:

Me dijo que cuanto había crecido.*

Me preguntó que porque no había ido a verle.*

El mejor consejo es el que sugiere observar y entender en lugar de automatizar sin más, ya que todos estos ejemplos se resuelven fácilmente utilizando el sentido común y parándose un segundo a pensar en el significado de la frase que se está escribiendo.

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Patrick Thomas

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