Queridísimo padawan, hasta nosotros han llegado tus vibras de emoción por asistir por primera vez en tu vida a un festival. ¡Enhorabuena!, por fin te ha llegado el momento de perder la virginidad festivalera, que ya estabas dando de qué hablar a los amigos.
Estamos seguros de lo que vas a flipar. Pero como esperamos que sea para bien, permítenos, como personas con el culo curtido de pisar tanto recinto y la muñeca pelada de llevar pulseras que te abren las puertas del paraíso una vez dentro, que te regalemos unos cuantos consejillos, así, de buen rollo, y de veterano a novato.
Ya te habrás dado cuenta, pero la lista de festivales en verano es grande y muy buena, y todos ellos llevan en su cartel grupazos a los que hay que ir a ver y a escuchar al menos una vez en la vida. Y como las nuestras aspiran a ser muy largas, pues una se queda corta, es obligatorio repetir. (Vale, sí, esto, más que un consejo, parece una orden, pero es lo que tiene meterse en el papel de consejero, que te vienes arriba con eso de la autoridad). Vamos, que podrías echar el verano recorriendo el país de festival en festival y aún te faltarían días de vacaciones.
Para hacerlo más gráfico, porque todo lo que huela a generalidad se disuelve como cacao en la leche, vamos a elegir un festival al azar. El Bilbao BBK Live, por ejemplo. ¿Por qué ese? Porque nos mola Bilbao y porque sí, ya está.
Por otro lado, todo festival que se precie cuenta con su buena lista de patrocinadores. Uno de los que pone su arte (y su pasta) en el que hemos elegido nosotros es San Miguel, y con ese nos vamos a quedar. ¿Por qué? Porque nos gusta la birra y porque está tan curtido como nosotros en esto de ser groupies.
Y porque nos ha pasado su lista particular de tips para novatos en el BBK Live, con la que estamos plenamente de acuerdo y suscribimos, y con la que queremos obsequiarte como regalo de bienvenida a tu nueva obsesión.
1. Pregunta a tu madre qué tiempo va a hacer. Una voz tan autorizada como la suya, que siempre sabe cuándo debes coger una rebequita por si refresca, sabrá decirte al dedillo qué pronóstico habrá los días que dure el festival. O, simplemente, echa un ojo a esa app del tiempo que un día descargaste y no recuerdas por qué y asegúrate de si te van a caer chuzos o te vas a abrasar.
Recuerda: estás en Bilbao y cualquiera de las dos posibilidades en un mismo día son factibles. Si quieres nuestro consejo, sal de casa ya con la cremita solar untada, que nunca está de más. El poncho para la lluvia te lo regala San Miguel si visitas su estand.
2. Pulsera recogida y recargada antes de entrar. Que luego todo son agobios y colas. Si la recoges con antelación y te aseguras de haber metido saldo en ella, lo demás es todo disfrutar. Y aquí, dos puntualizaciones:
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- Ve a los puntos designados de la ciudad a recoger tu pulsera antes de entrar la primera vez al festival. Si no la llevas, no podrás pasar.
- Superconsejo: Recárgala online a tope y no te preocupes si no te lo gastas todo. Se te devolverá el dinero automáticamente cuando acabe el BBK Live, y sin coste.
3. Mejor cómoda que glamurosa (aunque una cosa no quita la otra, que para estilo el tuyo, titi). Y esto vale para ninios y ninias, que os vemos venir. A ver, que vas a estar en el monte, con su tierra, sus matojos y sus cosas de campo, no te me vengas arriba con las plataformas. Además, vas a estar muchas horas de pie, tú verás qué vas a soportar mejor: las zapatillas o los tacones.
4. Fija un lugar para quedar con los colegas. Y para eso, nada mejor que empollarte el mapa del recinto. Lo bueno, que en el BBK Live hay cientos molones, os va a costar elegir. Pero si la cosa se pone dura y no hay consenso, titis, elegid el estand de San Miguel, que no falla: bien localizado y fácil de identificar. Basta con seguir la llamada de la birra.
5. Ante todo, organización y programación. Y ya que estamos con lo del estudio, empápate bien de los horarios de los conciertos y hazte un planning. Así podrás elegir con antelación a qué conciertos quieres ir. En el Insta de San Miguel encontrarás stories con fondos de pantalla con los horarios que te ayudarán a organizarte.
6. ¿Quieres pillar siempre un buen sitio en los conciertos? Sigue el camino largo de escenario a escenario para ir siempre al lado opuesto de donde viene la gente. Es decir, si hay cambio de concierto y todo el mundo viene desde un lado (entiéndase de un lado del escenario del concierto anterior), lo que tienes que hacer es rodear por detrás e ir al otro lado, donde siempre hay menos gente.
Pero si lo que te apetece es liberarte por un ratito del roce del cuerpo ajeno y el olor a sobaquina de estar a pie de pista, busca la mejor ladera y planta allí el culo para poder ver el concierto como si estuvieras en tribuna.
7. ¿Quieres conseguir un hueco en primera fila? Bueno, fácil no es, pero imposible tampoco. Si estás dispuesto a esperar a ver a tu grupo favorito, apúntate al concierto (o conciertos, depende de los grupies que atraiga el tuyo) que vaya a darse en el mismo recinto. Oye, que a lo mejor descubres que te gustan también otras cosas. Tú relájate y disfruta.
8. Hazte con un portavasos. No hay nada más rollo y más contaminante que tener que comprar un vaso nuevo cada vez que vas a tomarte una birra. Por no decir lo cansino de tener que llevarlo en la mano todo el rato. La solución: consigue un portavasos para colgar el vaso cuando lo tengas vacío. San Miguel te lo pone a huevo: busca a alguna de sus azafatas por el recinto para que te lo regalen o te pasas por su estand y listo.
9. Foto testimonial obligada de ‘yo estuve allí’. Indispensable en un mundo donde, si no estás en Instagram, no existes. La mejor: la foto rollo Hollywood que te puedes hacer en las letras del BBK Live. Pero tienes muchas más con las que triunfar: el lobo de la entrada mirando hacia Bilbao o una junto a Basoa (uno de los escenarios más icónicos de este festival) mientras cae el atardecer.
10. Hazte un completo. Que sí, que ya sabemos cuáles son tus grupos favoritos y por los que vas al BBK Live, pero si quieres vivir la experiencia al completo —y, de paso, descubrir cosas nuevas—, no te vayas sin haber vivido un concierto en cada escenario.
El más icónico es el Basoa. Incluso aunque la música electrónica no sea lo tuyo, perderte el pasote que se vive allí, en un escenario rodeado de naturaleza y luces de flipar, sería una lástima. Oye, que lo mismo sigue sin gustarte, pero ya podrás opinar con conocimiento de causa.